Capítulo 3: La serenidad de las palabras

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-No me lo creo.-le replico.

-Pues no me creas, tú te lo pierdes. -dice.

De repente me lo veo a unos centímetros delante de mí. Lo empujo, pero es más fuerte que yo y me tiene agarradas las muñecas.

-Mejor que te apartes o te las veras.

Pero él no se aparta de mí. Pues menos mal que mi padre me obligo a que aprendiera a defenderme si me atacaban. Doblo la mano que me tiene agarrada y le cojo la muñeca y Ronan queda de espaldas. Le agarro el tobillo con el pie y lo tiro contra el suelo.

Pero antes de que caiga al suelo se suelta de mi agarre y me coge de la cintura y se pone encima de mí.

-Ya te estas apartando.- le digo con ira, pero intento no gritar para que no me escuchen mis padres.

-Te sabes defender pero creo que soy un poquito más fuerte que tú.-me suelta como si fuera el mejor en todo.

-Sólo eres un tipejo con mucho orgullo, ¡cómo no me sueltes te vas arrepentir!

Le pego un rodillazo en el punto más débil de los hombres.

-¡Qué ahí duele! - dice casi en un susurro.

-Te lo dije.- pero se queda todavía encima de mí.

-No niegues que no te gusto, con sólo mirarte a los ojos se ve.- me gusta mucho sus ojos , físicamente y nada más....o eso creo.

-Hasta lo estas pensando a que sí.

-No me gustas, prefiero enamorarme de un perro que de ti.-le dije para dejarlo con la boca abierta, pero en sus mirada solo se ve ansias y sus ojos se están llenando de lujuria

-Eso es lo que piensas ahora, pero cuando te de lo mejor del mundo solo me desearas más.- pero creo que solo es un capullo más que hay en el mundo que solo intenta aprovecharse de mí como todos los tíos que han pasado en mi vida.

-Solo eres otro hombre con deseos lujuriosos.

-Eso es lo que crees, pero soy unos de los hombres más conocidos del mundo y como dices tú un hombre con deseos que quiere estar contigo.-me dice como si nada pero a mí esta poniendo incomoda con lo que esta diciendo.

-¡Ja! ,como si yo quisiera estar contigo.

Cuando me doy cuenta me esta besando, pero es intenso y deseado.

-Detente.....- le digo cuando intenta abrirme los labios con la lengua.

Tengo que hacer algo para que se aparte de mí. Le doy una patada en el estómago. Se retira lo suficiente para que pueda quitarme de debajo de él.

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