Taehyung se acerca al final del pasillo, sus ojos en mí, sólo un indicio de asesinato en ellos. Por lo menos su labio está curado, la apertura es casi invisible.
—Se está preparando para esta noche— le advierto. —Toca primero—
Volviéndome, les digo a mis hombres: —Él puede ir y venir como le plazca. Para ustedes, él es parte de la familia—
—Soy un Kim— Se hincha el pecho.
—Mira, chico— Mantengo mi voz lo más uniforme posible. —Estoy seguro de que eres muy duro en la casa de Kim. Pero aquí, eres un invitado. Espero que actúes en ese sentido—
—¿Soy libre de irme?— reta.
Maldición, este chico está lleno de orina y vinagre. Probablemente se parece mucho a mi cuando tenía su edad, pero eso fue hace más de una década. —¿Qué tienes, 17, 18?—
—Quince— Su orgullo podría asfixiar a un elefante, y su desafío me recuerda a su hermano.
La inclinación de su cabeza, la mirada en sus ojos... tal vez obtuvo esos rasgos de mi Jin. Aun así, necesita saber quién es el amo de esta casa.
—Muy bien, 15. Compórtate. Todo el mundo aquí sabe el resultado. Eres el hermano de mi novio. Mantén tu mierda a raya, y todo estará bien—
—No puedes tomarlo así— Se acerca a mí. No en mi espacio, no pidiendo que le pegue, pero cerca.
—¿Hiciste esa objeción cuando tu padre lo vendió a Min Yoongi?— Me acerco a él. En su espacio. Suplicándole que haga un movimiento. Porque no soy la perra de nadie. Quiero gustarle a este chico, que eventualmente me vea como un hermano, pero no acepto una mierda. Ni siquiera de él.
Su mirada se aleja y luego vuelve a mis ojos. —Le dije a mi padre que lo dejara en paz, que lo dejara hacer lo que quisiera.—
Ahora, hay una noción. —¿Qué quería él?—
—Quiero decir— Se encoge de hombros y me mira con recelo, pero continúa: —A él siempre le gustó escribir. No libros, pero tenía un millón de revistas y le encantaba leer cosas de la cultura. De ropa y esa mierda. El arte. Lo que sea que las nuevas tendencias sean—
—¿Él escribía?— La idea despertó mi interés. Tengo la intención de pasar mucho tiempo aprendiendo sobre mi novio, examinando cada parte de él para tratar de entender esta insaciable necesidad y la conexión tan rápida que tenemos, pero conseguir una ventaja nunca hace daño.
—Sí— Parece que se afloja un poco, sus hombros no están tan altos, su temperamento se desvanece.
Doy un paso atrás. —¿Historias?—
—¿Supongo que él como que pretendía que trabaja para esas revistas o sitios web? Y escribía sus propios ensayos—
—¿Los has leído?—
—Pfft. Yo no leo esa mierda— Mira a los guardias fornidos que están en la puerta de su casa. — Demasiado, um, femenino. No me gusta eso. Sólo el porno para mí. Y las revistas de mecánica. Motos. Cosas así.—
Yo me río. Ha leído su trabajo.
Continúa: —Pero sé que es un buen escritor. Uno pensaría que está en algún ático en Nueva York o que va a esa mierda de la semana de la moda. Así de bueno es. Pero no se le permitía hacer lo que quería— Frunce el ceño, su joven rostro en un momento se convierte en uno mucho más grande. —Nuestro padre se habría vuelto loco si lo hubiera sabido. Así que lo escondió, y eventualmente, se detuvo—
—¿Por qué?—
—Porque mi padre decidió que él sería mejor como novio para los Min que cualquier otra cosa. Cuando él se enteró de que él lo había prometido a Yoongi...— Se encuentra con mi mirada. —Él sólo se detuvo—
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Mafia King [KookJin]
أدب الهواةSeokjin. Sabía que mi padre iba venderme. Aun así, me aferré a la esperanza de vivir libre. Jungkook. Vine por la sangre de Min, y la tomé. No llegué aquí perdonando a los enemigos. Pero su comportamiento me intriga, pronto me doy cuenta de que es m...