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栗 sicheng es el jefe de una
mafia china a el que todos
temen y está completamente
enamorado de un simple y torpe
muchacho del campo !!
𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮.𝘀𝗲𝗺𝗶𝗹𝗮𝗿𝗴𝗮 ★̶ 2 0 2 1
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𓏲 🎟️ ◖ UN POCO CONFUNDIDO abrí la puerta de mi habitación y me asomé un poco notando que solamente era Ten-ge, quien no estaba vestido como era de costumbre, su ropa era ligera y cómoda, una camisa sin mangas y unos shorts. El Tailandés con una bonita sonrisa sacó detrás suyo una bolsa color marroncito claro y de tamaño mediano.
Lucas-ge estaba al otro lado del ancho pasillo, apoyando contra la pared mientras tenía los brazos cruzados, se notaba de malhumor, como si también hubiera sido molestado a estás horas. Al igual que Ten, vestía con ropa ligera.
— Ten-ge, buenos días. —Murmuré algo ronco pasando mis manos sobre mis ojos y luego miré a el mayor algo soñoliento, ¿Qué hora era?, ¿Cinco o seis de la mañana?, ¿Por qué me levantaba tan temprano?—. ¿Sucede algo malo?, está bien temprano para molestar.
Ten alzó la bolsa haciendo una señal para que la tomara, así que lo hice sin quejarme.
— ¿Que es ésto? —Pregunté confundido, abriendo un poco la bolsa para ver que contenía, pero la habitación estaba tan oscura que no podía ver el contenido.
— Sicheng te quiere listo dentro de unos minutos. —Me respondió alzando su brazo izquierdo para revisar el reloj de su muñeca.
— Dios santo, ¿Ahora que quiere ese loco conmigo? —Murmuré agotado, ¿Acaso no tenía otra cosas más que hacer?
El chico soltó una carcajada mientras se apoyan del marco de la puerta.
— ¿No lo recuerdas?, Sicheng habló contigo ayer, se supone que hoy pasaría el día juntos.
Bajé un poco la mirada pensativo, ¿Acaso éso pasó? ¿Ayer hablé con él?, ni siquiera lo recuerdo.
Entonces golpeó levemente mi cabeza con el borde de la puerta, ¡Es cierto!, ahora recuerdo que hablé con él ayer en el comedor. Que tonto soy.
— Lo siento, soy muy despistado. —Le dije haciendo una mueca, Ten se rió nuevamente y alzó su mano para acariciar mi nido de cabello—. Dile a Sicheng que en unos minutos estaré listo.
El Tailandés me enseñó su pulgar, luego miró a Lucas, quien literalmente estaba medio dormido contra la pared, aún así, el mayor le pegó un grito logrando que despertara y ambos se fueron.
Una vez que ellos se fueron, cerré la puerta con seguro y encendí las luces de mi cuarto, pero al segundo que las encendí, rápidamente lo apague ya que aún mis pobres ojos no estaban del todo acostumbrados.
