Capitulo 7

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Candy había quedado nerviosa se acercó a una de sus ventanas de la habitación. —Seré capaz de soportar que otros quieran decidir por mi, Albert te ves tan seguro que me avergüenzo de mi misma, no soy como esas damas ni siquiera soporte el colegio en Londres— agacho su cabeza debatiéndose  que sería lo mejor a hacer, observó en su mano el anillo símbolo de la promesa que hace unas horas había hecho.

Albert fue el primero en llegar a la biblioteca, tomó el teléfono llamando a George lo necesitaba cerca tendría que hacer algunos movimientos, sin templanzas arregló ciertas cosas decidido a tomar las riendas de su vida. 
Alguien llamó a la puerta mientras daba el pase.
La tía abuela entraba con un semblante serio debía poner en cintura a su muchacho lo que ella no esperaba era ver al hombre maduro que encontró, lo vio sentado en su escritorio con tanta estabilidad que sintió temor.
—Hijo necesitamos ponernos de acuerdo antes que los dos ancianos  que el clan eligio hablen contigo.
—Tia siéntese por favor, y dígame cómo supieron que yo estaría en Lakewood, nadie sabía que estaría aquí.
Albert necesitaba conocer que terreno estaba pisando y de que manera le estaban siguiendo los pasos.
—Bueno, la verdad  los invite a Lakewood cuando aparecieron en Chicago mencionaron que la dama que venía con ellos era la elegida para ser tu esposa, es una mujer muy bella ¿no te parece?

—Si, es una mujer muy guapa, pero no estoy interesado Tía necesito que este de mi parte. De mi vida. seré el único que tomará las decisiones.

—Pero hijo, ya estás en la edad perfecta para formar un hogar William ya no eres un chiquillo. crees que vas a seguir de vagabundo o lo que hicisteis en Londres trabajando en un Zoológico, Williams es momento de que des un heredero.
El Clan están proyectándose al futuro patriarca Andrew así qué tal parece que decidieron por ti. ( santo de todos los desamparados ya lo están presionando ayyy yo mío)
Albert entre cerró sus ojos tocando su barbilla cuando llamaron a la puerta el mayordomo apareció anunciando a los invitados.

—Señor Willian, el duque de Hamilton, y el duque de Atholl, ya están aquí señor.

—Déjalos esperar un momento.
La tía abrió los ojos que pensaba William, estaba dispuesto a pasar soltero por el resto de su vida. ( recorcholis el bombón no se va a dejar)
—William, ellos están aquí en representación del Clan ¿no lo entiendes?
—Entendí perfectamente tía, parece que a usted y al clan se les olvida que ellos son el Clan y yo el Patriarca. Claro que vamos a hablar pero en el momento que yo lo indiqué, ahora bien tía, yo ya elegí quien será la matriarca  estoy comprometido, toda mi vida ustedes eligieron por mi, me prepararon para que pudiera tomar las mejores decisiones y eso es lo que estoy haciendo, me puedo separar del Clan Ardlay, y que ellos elijan a otro, que manejen sus bienes.  -se puso de pie dando un respiró y viendo el rostro de la tía dijo:
—Mi vida la decido yo.
Llamó al mayordomo

—Stuart, haz pasar a los dos caballeros por favor—

—Si, señor enseguida —

—Hola William, dijo el duque de Hamilton, buenas tardes William el duque regordete de Atholl Se veía más desconfiado por primera mano sabía que Ardlay no era una persona que se dejara manipular tan fácilmente.

—Tomen asiento caballeros ¿a que debemos el placer de su vista?

—William, antes que nada debemos de decir que estamos más que complacidos con las ganancias a nuestras arcas, resultado de ser hijo de nuestro buen amigo William tu padre.

—Me alegra mucho que recuerden a mi padre de ese modo, dijo Albert

—Bien William -siguió hablando el duque de Atholl- Nosotros como representantes del Clan estamos un poco preocupados por el futuro, hicimos nuestras proyecciones y estamos preocupados por el futuro así que nos dimos a la tarea de escoger entre nuestras hijas para que desposes y nos des un heredero, pensamos que es importante un heredero, es nuestro por venir  estamos felices con tu trabajo, pero vamos a seguir necesitando líder en el futuro. -Albert cerró sus ojos no  aceptaría ningún tipo de imposición, el ya había decidido su futuro, y no quería que su hijo pasara por lo mismo que a él le había tocado vivir-

Un sueño en Navidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora