Que bueno era sentirse en hogar, indiscutible a su lado no hacía falta nada ella llenaba su mundo.
Esos alimentos sabían deliciosos, aunque sabía que no era verdad pero el amor que le tenía a Candy, hacía que todo tuviera un sentido diferente, hasta la comida.
( ay yo mío, pobrecito)
Candy por su parte se sentía en las nubes.
Del mismo cielo había caído ese Ángel, había descubierto que lo amaba cómo nunca antes había amado. Como decirte que mis sentimientos hacia ti son distintos, te veo y no se de que manera comportarme, no podría decírtelo, pero me siento distinta a tu lado. Tratando de seguir siendo ella misma dijo:
— Pero dime Albert, ¿cuando llegastes a Chicago?Albert terminando su plato sonrió sabiendo que había llegado el interrogatorio de su princesa, conocía lo parlanchina y curiosa que podía ser, pudo sentir eso que se podía llamar: ¿confidencias del hogar?.
—Hoy princesa, apenas el tren se detuvo en Chicago tomé el coche y heme aquí tocando a tu puerta, lo dijo poniéndose de pie tenía ganas de compartir tiempo con ella; decorar el Árbol que había quedado en aquella caja.
Se levantó de la mesa tomando su plato vacío, se disponía a lavarlo.—¿ Pero qué haces Albert ? Deja yo lavo los platos eres mi invitado!
—Oh Candy, no digas eso, pensé que era parte de esta casa—
su semblante cambió por una expresión de tristeza—Que dices Albert!!! , claro que está es tu casa, solo quiero atenderte por favor Albert, este siempre será tu hogar, miró sus ojos con toda sinceridad.
—¿Que te parece si lavamos juntos los platos?
—Es una excelente idea, Candy levantando su taza no podía hacer más que irradiar aquella alegría, era el mismo Albert de antes. Momento!!...? Ahora fue Candy la que cambió.
—¿ Pasa algo princesa? Albert adivinando sus pensamientos dijo:—Candy mírame, yo sigo siendo el Albert que tú conoces, sigo siendo tu amigo el vagabundo, sigo siendo tu amigo el que lava los platos, sigo siendo Albert! Sonrió acariciando dulcemente el rostro pensativo de la traviesa Candy.
—Oh...., Albert!!! Se lanzó nuevamente a sus brazos
Rompiendo en mil pedazos aquel plato, ya que Candy se había lanzado a quema ropas hacia el príncipe clavándole tremendo beso en los labios.
Albert al tenerla así, había quedado sorprendido por la sublime reacción.
Por su parte Candy sintiendo toda la vergüenza que podía sentir, se fue separando de él más sonrojada, Albert viendo que ella se alejaba la atrajo hacia él con sonrisa le dijo:
—No te alejes de mi —
acarició su rostro posando su dedo índice en los labios de Candy atrayéndola hacia el aún más, se acercó a sus labios depositando un suave beso la vio a los ojos diciendo
—Siempre te e amado —
Su voz sonó cálida, tomó su rostro entre sus manos y la besó, ahora con mas deseos.
Candy no lo podía creer, era ciertamente lo que tanto había soñado, Se entregaron a aquellas caricias olvidando la caja que esperaba cerca de la chimenea.
Los besos fueron cesando.
Albert le sonrió tomando su mano dijo;
—Princesa nos espera un Árbol por decorar—Continuará 🍂🍃
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Un sueño en Navidad
FanficCandy vive en Chicago, en las vísperas Navideñas Albert regresa de sus viajes. Que pasará cuando se encuentren realizarán . Un sueño en Navidad...