XII - ALFAS PERVERTIDOS

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Prov Minho

Luego de recuperarme de un buen orgasmo, me desvesti por completo para ducharme.

La ducha me trae buenos recuerdos, entre ellos la mejor paja de mi vida. Si, creo que fui un imbecil por lo que hice pero eso no impidió que la adrenalina de ser descubierto me exitara tremendamente.

Aún lo recuerdo era un sábado por la tarde, estaba regresando de un encuentro de basquetbal que suelo tener de ves en cuándo. Estaba con el ego en alto como casi cada fin de los partidos en los que por supuesto mi equipo ganaba.

Entre al departamento, no encontré a Jisung por ningún lado así que fui a su habitación a satisfacer mi curiosidad.

Si, por raro que suene estube usmeando en su armario, aún no lo he dicho en voz alta pero, me encanta su aroma a fresas y jazmín con un toque de miel. Podría simplemente enterrarme en su cuello, si lo sé, lamentablemente no lo puedo hacer, sería una gran falta de respeto y no estoy seguro de que me permita invadir a ese extremo su espacio personal.

Jisung sabe defenderse muy bien y estoy agradecido que no use sus tácticas conmigo tan a menudo.

Como decía ya he visto su reacción a eso y no es para nada agradable el final para el acosador, claro que yo no me siento un acosador. Se llama curiosidad además que tal y hay un bicho por sus prendas, no queremos que se asusté o si.

Como suponía cada prenda esta impregnado con su aroma, es tan delicioso. Me quede no se cuanto tiempo muy cerca de su armario y aun mas cerca de sus ropas. Pará cuando me di cuenta escuché el picaporte de la habitación ser girado.

Creo yo, a la velocidad de la luz ya me encontraba debajo de su cama, respirando pausado tan tieso como una estatua para no ser descubierto.

Me hace gracia con la suerte que contaba. Jisung dejó su bolso aún lado para luego estirarse, se veía tan tierno y apapachable, de donde creen que saque la idea de "gatito bebé". Se que sonreí como tonto, más poco me importo solo quería abrazarlo y talves mimar su acanalada piel hasta hacerlo suspirar relajado.

Mordí mi labio, él poco a poco iva desnunandose. Mire los botóncitos rosados que sobresalían en su pecho, su pancita plana. Estaba exitado, si, pero moría de ternura al escuchar los ruidos de su estómago.

- arhg.. _ se quejó, mientras pinchaba su abdomen con su dedo índice, este se undia en la sueve mashita con un ombligo en medio _ un baño y haré de cenar espera un poco pancita hambrienta.

Casi suelto una risa divertida, ¿estaba hablándole a su estómago?. Dios, Jisung .

Vas a matarme de un infarto, te pensé inocente y lo eres pero dudé cuando vi tus bragas negras. Se ajustaban perfecto a tus caderas y no sabes cuando agradecí que te agacharas a recoger tus pantalones, ya que al estar de costado frente a mi disfrute de la vista en primera fila. Debajo de tu catre, pero en primera fila al fin.

El asunto es que se fue a bañar, cuando escuché el agua caer salí de mi escondite, diría que dejaste a propósito la puerta a medio cerrar, pero recordé que ignoras mi presencia en el lugar.

Me acerque a pasos cautelosos, no quería ser descubierto, claro estaba. Acerque mis ojos a la abertura de la puerta para una mejor observación del cuerpo que estoy estudiando.

Ja, que cosas.

Jisung deberías ser más precavido, acaso no sabes de la cantidad de alfas pervertidos que están a tu alrededor, imaginete que te espien mientras te bañas. Curbe mis labios en una sonrisa maliciosa mientras mi mano tocaba por sobre mi short deportivo donde se encontraba algo duro, esta demás explicar de que se trata.

ᴏᴍᴇɢᴀ ʀᴀᴢᴀ ᴘᴜʀᴀ // ADAPTACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora