Capítulo#13: ¿Nos vieron?

40 13 56
                                    

Hay solo un derecho humano básico.El derecho de hacer lo que te plazca, pero con ese derecho viene también el único deber humano. El deber de aceptar las consecuencias.

Terminó y yo inmediatamente lo saludé no quería que pensara que estaba espiando su llamada.
Aunque siendo sincera me quedé un poco intrigada de saber con quién estaba hablando y me preguntaba si se trataba de mí, realmente lo que me hacía dudar era "Si, ya estoy aquí esperando por ella "sé que en eso se refería a mí, pero la verdadera pregunta era ¿ a quién se lo decía?.

—Hola ¿qué tal? —lo saludé

—Bien, ¿llevas mucho tiempo ahí?

—preguntó un poco inquieto

—No acabo de salir —le mentí

—Ah pensé que te había hecho esperar —dijo y pude notar como dejaba escapar un suspiro de alivio
Y dudé, que era lo que le preocupaba que escuchara.

—Bueno me adelanté es que quería hablar un rato a solas contigo —mencionó y tomaba mi mano mientras la acariciaba con su dedo pulgar

—Si me di cuenta, es que realmente quedamos a las 7 en el parque

—Te molesta que esté aquí —agregó y se acercó un poco más a mí

—No me molesta —dije muy segura
Entonces él se lanzó sobre mí y me besó intensamente, yo le seguí el beso preocupada por las miradas y que estaba frente a mi casa, pero aún así me dejé llevar.... y se separó.

—¿Ya no me empujas? —preguntó

—Es solo que me tomaste de sorpresa —dije mientras con la mirada recorría a mi alrededor con temor de que alguien nos viera, y fue hasta entonces cuando la vi, Keila pasaba por allí —¡no puede ser! —exclamé y lo empujé alejándolo lo más posible de mí.

—¿Qué pasa? —preguntó él muy sorprendido

Keila era una compañera de las danzas, no teníamos mucha relación a pesar de la cercanía y estaba segura que si vió lo que acababa de pasar era el fin a mi ministerio en las danzas, iría corriendo a contarle a la líder o peor al pastor, y quedaría como la mayor hipócrita fingiendo que siempre hago lo correcto.

—Vete Rodrigo por favor —lo único que quería en ese momento era correr a mi cuarto y llorar por haber hecho las cosas de esa manera.

—Alan pero dime qué te pasa —insistió él

—Es que yo sabía que hacer las cosas de esta manera tarde o temprano me traerían problemas, creo que una compañera de las danzas nos acaba de ver y eso significa que ya todo se va saber —dije sollozando... ya que me dolería mucho perder la confianza de muchas personas, y lo maravilloso que había sido el pastor siempre conmigo y la manera tan descarada que mentí a mis padres y sobre todo la forma tan cruel de la que me olvidé de Dios, todo esto me estaba consumiendo por dentro.

—Cálmate por favor no seas tan ingenua mira donde estamos, esta oscuro a nuestro alrededor de verdad crees que ella alcanzó a ver algo —dijo él en un intento de calmarme

—Si, seguro vio —vociferé

—De verdad analiza ella no pudo ver en esta oscuridad, no alcanzaría a definir nada —mencionó

—¿De verdad crees que no vio nada? No sé creo que mejor me quedo, no tengo muchas ganas de salir hoy —sugerí

—Por favor no arruines la noche ella no vio nada así que deja el drama y vamos —dijo cruelmente

—¿PERDÓN? qué drama —pregunté un poco molesta por sus palabras, esas actitudes que veía en él era lo que me hacía pensar si estaba haciendo lo correcto si todo esto había valido la pena, si después no me arrepentiría, de verdad me desconcertaba por completo y me preguntaba una y otra vez si realmente este chico me gustaba.

Caminando directo al bordeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora