Capítulo#2: Momento inesperado.

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"Así que, el que piensa estar firme,mire que no caiga"
(1Cor.10:12)

Nunca pensé que me costaría tanto dormir por estar pensando en un chico, era imposible sacarlo de mi cabeza, sus ojos, esa manera de ser tan atrevido, estaba totalmente atrapada en su encanto, y tan solo lo había visto una sola vez. Luego de un largo tiempo puede quedarme dormida. Hasta que escuché el sonido más desagradable, la alarma eso significaba ir a la universidad. Era estudiante de Medicina de esas que se pasean con el estetoscopio al cuello, solo para parecer mucho más interesantes e inteligentes aunque eso no quiere decir que no lo fuera, solo era porque todas las de mi año lo hacían. Aunque a pesar de querer aparentar, siempre era diferente a las demás, la boba del grupo o la cristiana aburrida, por eso odiaba tanto la semana en la uni, si no fuera porque de eso dependiera mi futuro no me verían más en la universidad y no tendría que soportar los comentarios negativos. Lo único que me mantenía viva allí era Isaac y Melodi. Melodi era una amiga que conocí en la uni que aún sin ser cristiana era una excelente persona, era súper popular entre los demás pero se mantenía siendo mi amiga sobre toda las cosas, decía que en mí encontraba paz y no era igual a las demás. Era una chica súper guapa su pelo era castaño claro el cual caía a la altura de sus hombros y sus labios quedaban perfectos con labial, mucho más de rojo como siempre los traía, resaltaba su piel tan blanca, sus ojos eran cafés los cuales quedaban detrás de gafas para la vista que la hacían lucir muy cool.

—Alan vas llegar tarde, baja a desayunar —gritó mi mamá desde la cocina
Apurándome como siempre, bajé rápidamente y me despedí de ella, no acostumbraba a desayunar pero como siempre ella me quería obligar

—Alan desayuna

—No mami estoy retrasada —dije y con prisa cogí mi bolso que estaba tirado en el suelo

—Oye te cuidas

—Ok te quiero —dije y salí a toda prisa.

Fuera de mi casa estaba Issac, siempre íbamos juntos a la escuela vivía a una cuadra de mi casa, cuando digo yo, que éramos inseparables, a la verdad lo quería un montón.

—Oye pensé que no ibas a salir —dijo con cara de burla

—Isaac no es para tanto por favor.
Es que verdaderamente el maquillaje me robaba mucho tiempo, y decir que ese día me había decidido por algo sencillo, había resaltado mis ojos con un sombra naranja y un perfecto delineado, pinté mis labios de un rosa pálida casi natural para no quitarle la escencia a los ojos. En cuanto a mi uniforme aún abotonaba algunos botones de mi camisa, debido a que estaba retrasada salí con toda prisa.

—Qué crees pasamos por Melodi? —preguntó

—Si, no la queremos oír el resto de la semana protestando por dejarla votada —dije en tono burlón haciendo reír a Isaac.

Eso era casi perder el aliento cada vez que llegábamos a casa de Melodi era gritar hasta no poder más, de verdad no sabía en qué parte de la casa se metía. Luego de haber tocado varias veces y gritar por fin nos abren la puerta
Pero para mi sorpresa

—Hola
No puede ser, era él, qué estaba haciendo el chico nuevo en casa de mi mejor amiga, esto no puede estar pasando. Me quedé parada allí sin saber que hacer.

—Bueno y tú piensas quedarte parada allí hasta cuándo —preguntó arqueando un ceja y dibujando una sonrisa ladina de labios cerrados en su rostro.
Esas palabras hicieron eco en mi cabeza, las escuchaba, pero la única reacción en mi fue comenzar a ponerme muy nerviosa sin ninguna explicación.
No podía hablar solo estaba parada como una boba hasta que Isaac tuvo que hablar por mí, es que realmente las palabras no salían de mi boca

Caminando directo al bordeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora