Estar bien. |O.S| » l.s

Estar bien.

Estar bien.

(Por favor, escuchen Be Alright de Justin Bieber, mientras leen).

Harry se encontraba sentado en la orilla del mar.  Papel y bolígrafo en mano, y una botella al lado.
Sus ojos esmeraldas admiraban el ir y venir de este. 
Se sentía extraño, solo. Podrían pasar días, meses, tal vez años, y él nunca lo iba a olvidar.
El amor de su vida, Louis, había partido hace exactamente tres meses junto a sus compañeros de la marina. Se habían aventurado a un viaje.

[...]

Harry en aquel momento se enojó demasiado cuando el ojiazul le había dicho que se iría, pues por más que Louis insistiera que era solo un viaje y que volvería sano y salvo para abrazarlo y besarlo con todas sus ganas, el chico de pelo rizado tenía un mal presentimiento.

Y si, así fue. 

Dejo viajar a la única persona que lo amo con toda su alma y corazón.
Lo espero. 
Contaba los días, (¡Y hasta las horas!) para verlo.

Pero luego de dos semanas llamaron a su puerta. Sin abrir pudo adivinar todo, ya que él no esperaba a nadie. 

Dos toques más en la puerta.
Sentía en ese momento su corazón destrozarse.
Un cuarto golpe llego, con una voz fuerte llamándolo.

¿Hace falta contar lo que sigue? No. Era sabido. Aquella embarcación sufrió un accidente, tomando la vida de todos los estudiantes de la marina, robándosela a cada uno de ellos, dejándoles solo un minuto para que ellos pensaran aunque sea un último nombre.
Louis había pensado en Harry.

[...]

El ojiverde sacudió su cabeza, limpio sus lágrimas y miro hacia el papel que se encontraba junto a él.

Todas las semanas arrojaba al mar una botellita, tal cual como en las películas, con un mensaje. Un mensaje para su amor.
Si el mar y el océano los pudo separar, ¿Por qué no podría juntarlos a través de una carta? Tal vez podrían hacerle llegar sus mensajes al joven que lo esperaba en el cielo.
Tomó la blanca hoja y el bolígrafo, y comenzó a escribir.

“A través del océano, a través del mar
Empiezo a olvidar la manera en la que me miras ahora”.

Si, él estaba seguro, realmente seguro, de que Louis lo observaba en desde alguna parte del más allá.

“Sobre el océano y a través del cielo
Empiezo a olvidar la forma en la que me mirabas a los ojos”.

Lo necesitaba. No mentía cuando decía que olvidaba la forma en que lo miraba. Porque todas las personas del mundo en algún momento al alejarse de otra, se olvidan de su cara, de la forma en que las miraban. Pero nunca podrían olvidarse de todo lo vivido con aquel ser.

“Y por ti, caminaría mil millas
Para estar en tus brazos
Atrapando mi corazón”.

Una lágrima se deslizo por la mejilla de aquel chico de ojos verdes, incentivando a las demás a salir.

Louis fue la única perdona que lo supo entender y escuchar.
Él hacia todo por ver a Harry sonreír.
Recordaba con exactitud cuándo el de hoyuelos lo ignoraba haciéndose el enojado, esperando a que el chico que poseía pequeñas arruguitas en los ojos llegara hacia él y lo abrazara.

Tal vez era el momento de que Harry lo busque a él para abrazarlo.

“Oh yo, oh yo..
Te amo.”

Tres meses sin él, y seguía amándolo. Tres meses sin él y sentía que la mitad de su corazón le faltaba. 
¿Cómo no sentir un vacío si hacía cuatro años que estaban juntos como pareja?

“Todo va a estar bien, va a estar bien,
Estar bien”.

Cada palabra que escribía salía desde el fondo de su corazón. Por más roto que este se encuentre, seguía transmitiendo amor, sinceridad.
Y es que todo iba a estar bien, porque pronto estaría con él, los dos juntos como antes.

“A través del dolor, a través de las peleas
No te preocupes porque
todo va a estar bien”.

No importa si Harry va a sentir dolor. No importa si luchará contra la muerte por los estímulos que la vida le otorgo. No, no importa. Ya todo iba a estar bien para ambos.

“Estoy solo en mi habitación
Esperando para que tu llamada llegue pronto”.

Pero no llegará, entonces él será el que se arriesgara a llamarlo. 
No hablamos de teléfonos, ni de tontos artefactos electrónicos.
El ojiverde lo llamará por su cuenta. Personalmente.

“Y por ti caminaría mil millas
para estar en tus brazos
atrapando mi corazón”.

Harry tomo aire, y mientras continuaba escribiendo su última carta, susurro a la par.

“Oh yo... Oh yo...
Te amo”.

Seguro de sí mismo, lo último no solo lo escribió, también lo gritó. Pero esta vez con felicidad.

“Todo va a estar bien,
estar bien...
Estar bien”.

Sonrió.
Enrollo el papelito y lo colocó dentro de la botella.
Se levantó de la arena, sacudiendo sus pantalones, y abrazó a la botellita.
Esta vez no iría sola, él la acompañaría.

Se adentró al mar con esta en brazos, y antes de zambullirse a lo más profundo del mar, logró articular:

“Nos vemos en el paraíso, amor.”