Adrianne miró con aburrimiento a su madre, que llevaba más de media hora hablando con los invitados y les presumía sobre el yerno que había salvado millones de vidas de niños. Pero cuando estos le preguntaban por él, ella decía que no se encontraba por motivos laborales y les lanzaba la sonrisa más falsa que Adrianne había visto en su vida.
Estaba molesta, había dejado todo para ir con su madre, organizando una fiesta de navidad con gente que empezaba a detestar cada vez más.
Y por si fuera poco su ceñido vestido negro le estaba cortando la respiración.
Había ido al doctor el día anterior y se enteró de que tenía más de tres meses de embarazo, debido a su delgadez y el hecho de que su periodo fuese irregular, no notó las señales y mucho menos los síntomas. Fue cuando el doctor le estaba haciendo un ultrasonido y le enseño la pequeña bolita que en seis meses tendría en sus brazos, que se dio cuenta de cuánto necesitaba a Jimin.
Cuando salió del hospital corrió a casa para decirle todo, pero desafortunadamente él no estaba ahí.
Se contactó con sus padres, pero ellos dijeron que entró y salió del lugar sin decirle palabra alguna. Así que tomó la primera caja que encontró y metió la prueba de embarazo y la fotografía del ultrasonido, la envolvió en papel de regalo y la escondió dentro del árbol antes de regresar a casa de sus padres.
Y ahí estaba, molesta, enojada, aburrida y con ganas de deshacerse de ese estúpido vestido. Jimin no daba señales de vida y si las cosas seguían así, se iba a convertir rápidamente en una mujer divorciada o en madre soltera.
Y si alguien tenía la culpa, era ella.
—¿Tú también estás aburrida de tanta hipocresía?
Adrianne miró a su padre, que lucía igual de desdichado que ella. La última media hora había estado parado al lado de su madre, sonriendo en los momentos adecuados, saludando a la gente que probablemente odia y riéndose de los chistes malos para no quedar como un odioso.
Pero al fin de cuentas estaba como ella, muerto por dentro.
—Estoy molesta.
—¿Conmigo?
Ella negó con la cabeza.
—Arregla tu situación con Jimin, confía en él y sobre todo —él hombre bajó la mano y señalo disimuladamente el abdomen de su hija— dile la verdad.
Adrianne palideció al instante.
—¿Qué...? ¿De que estás hablando? —tragó fuertemente, esperando que su reacción pasara desapercibida.
—Se comieron la torta antes del recreo —dijo en voz baja.
—¡Papá! —gritó, Adrianne escandalizada.
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🎄Mi café favorito✒Park Jimin𖥔 ֙
Fanfiction𝗠𝗶 𝗰𝗮𝗳𝗲́ 𝗳𝗮𝘃𝗼𝗿𝗶𝘁𝗼| ❝Se merece el universo entero y me escogió a mí❞ ꒷꒦꒷♡꒦꒷꒷꒦꒷꒷꒦꒷꒦꒷꒷♡꒦꒷꒷꒦꒷꒦꒷♡꒦꒷꒷꒦꒷꒷ ✒ Especial de Navidad🎄🦌. ✒ Romance. ✒Park Jimin Fanfic ✒ Three shots 🎄Historia totalmente de mi autoría🎄 ☪︎⋆No acepto copias ni...