用我 ;; 𝗁𝖾𝖺𝗋𝗍𝗅𝖾𝗌𝗌.

02

Con el paso de los días, su acomodo fue haciéndose cada vez más llevadero. Se le permitió deslizarse cómodamente por cada rincón del barco permitido para tripulantes de su rango, todo en busca de un mejor reconocimiento de la estancia, y también al salir a las cortas expediciones a alguna isla cercana.

La timidez seguía enganchada en cada poro de su piel, Yeosang sabía que no se iría pronto y dudaba de que alguna vez lo hiciera, esto lo dificultó los primeros días cuando tuvo la orden de trabajar en equipo con sus otros compañeros, tenía nulo conocimiento de cómo comportarse o sobre qué decir. Nadie lo guió en eso, Yeosang tenía que averiguarlo por su propio peso. Algo de lo que le agradecía a Seonghwa infinitamente era que gracias a él no tuvo que estar demasiado tiempo en aquel sistema grupal. Probablemente viendo su torpe intento de integrarse a hacer el trabajo.

Ah, Park Seonghwa...

Las cosas con Seonghwa se volvieron menos vergonzosas, ahora podía decir que quizá se estaban acercando más. Un día cualquiera recuerda haber escuchado venir sus pasos por detrás para dar un aviso a todos los que estaban ahí, pero parecía, por su intrigante expresión, estarse conteniendo de soltar algo.

Mismo día también, Seonghwa le dijo con aquella voz baja lo que estuvo reprimiendo: "¿No piensas que llamarme solamente por mi nombre es muy formal, Sangie? Creo que nos estamos volviendo cercanos y sería más tranquilo de otra forma". Y así fue que Yeosang de vez en cuando se dirigía a él de "hyung" o "Hwa" y con un vocabulario menos formal.

Hubo incluso varias cosas que se hicieron notar con el pasar de los días juntos, una de ellas era que Seonghwa poseía toques mentirosos. Día tras día, aquel hombre mayor estuvo dejándole detalladamente con notas las cosas que debía hacer, con qué herramientas, las horas para hacerlo y demás, todo bien hasta ahí. Sin embargo, en uno de esos días que se la pasó viendo más tiempo del acostumbrado a su hyung, se dio cuenta que Seonghwa decía que haría una cosa y al seguirlo con los ojos por unos minutos, se daba cuenta que hacía otra cosa por completo diferente, a veces nada.

Yeosang simplemente se descuidaba un segundo por algún pedido de sus compañeros y su hyung desaparecía, perdía cualquier rastro de su paradero, luego regresaba como si no hubiera desaparecido por horas. Para nada era de su incumbencia, él tendría sus razones para no querer dar certeza de sus actividades, a parte de que Seonghwa no está obligado abiertamente a exponer sus tareas, muy a diferencia de ellos.

No iba Yeosang a ser también un mentiroso, le carcomía la curiosidad saber por qué el más alto hacía eso. Le picaba la lengua cada que se lo topaba, todo por contener las ganas de preguntar, pero no tenía derecho a hacerlo. Y podría considerarse insolente de su parte reprocharle algo al, prácticamente, capitán.

—Yeosang —sereno, escuchó el sonido de la voz soltar su nombre viniendo por detrás. Ahí estaba acercándose el dueño de la mayoría de sus pensamientos de todos los días desde que lo conoció—. ¿Todo va bien? —el hábito adoptado de siempre preocuparse le hizo sonreír. Genuinamente, sentía que le importaba al mayor y no entendía por qué su corazón parecía saltar ante la idea de que, tal vez, estaba en lo correcto. Se autoconvencia de que era por eso y no porque fuera su obligación.

—Sí... Seonghwa hyung. No hay nada de qué preocuparse —seriamente, sí habían algunas cosas con las cuales tenía mínimas dudas, no quiso exponerlas. Otra mentira que Seonghwa solía mencionar mucho era la de estar ocupado, en un principio se veía la insistencia en decir que no se encontraba ocupado para nada, cualquier cosa que necesitara, él estaría disponible, cosa que era en parte equivocada.

No quería entrometerse y fastidiar a su superior.

Un silencio incómodo reinó después de la última respuesta de Yeosang. ¿Qué más sería apropiado decir? Él quería hablar un poco más con su hyung. No de la forma obligada que creía que Seonghwa tenía con él, una especie de deber.