Cerca de las fuertes corrientes de Sojar, el único río de Krotinah, se encontraba la casa de Aurora, la Máster Solis. Mientras ella cocinaba uno de los deliciosos manjares de aquel lugar, como lo eran las mariposas a la paella, de repente escuchó como desesperadamente alguien golpeaba a la puerta y gritaba:
-¡Aurora, Aurora abra la puerta, necesitamos su ayuda!
Era Scrux quién gritaba y lo hacia desesperadamente pues sabía que el tiempo que quedaba era poco.
La Máster aún sin entender nada abrió la puerta y dio un brinco al ver tal criatura...
- ¡Oh por ... !¿Es de verdad este un cardomus? Creía que estos se habían extinguido.- Dijo muy sorprendida, pero al parecer muy emocionada
-Dime jovencito el motivo de tu visita, espero sea muy importante pues estoy preparando un manjar.
Sin más preámbulos Scrux lo dijo todo sin esperar.
-He venido en este cardomus desde la casa de los Vasarus, Sower está aquí y esta a punto de atacar la casa... Pero no está solo, vienen con él los horrox y usted es la única que nos puede ayudar para detenerlos.
Desesperado y sin saber que más decir, Scrux se arrodilló uniendo sus manos en forma de suplica y exclamando estas palabras:
-Por favor Aurora ayudanos, los Vasarus te necesitan, las gemelas te necesitan, el reino te necesita.
Scrux no necesitó decir otra palabra, la máster se veía completamente convencida.
- Bueno, creo que este manjar puede esperar... Sólo tengo una condición. Dijo Aurora
-Lo que sea. Dijo Scrux sorprendido.
-Quiero dirigir el cardomus... Dijo la máster con una sonrisa tentadora en su rostro.
Y fue así como Aurora y Scrux volaban de regreso al castillo, mientras tanto en la habitación...
-Ya todo está listo, sólo falta la llegada de la máster y por lo que veo, ya vienen en camino. Decía Robert tras ver la bola de cristal situada al sur.
-Pero... ¿Y las niñas? Están muy pequeñas e indefensas, será muy difícil mantenerlas a salvo mientras la pelea se lleve a cabo. Dijo la widrat nerviosamente.
-Ya lo teníamos previsto, hemos hechizado estos brazaletes a los cuales hemos cedido gran parte de nuestra magia, poderes de los Twuan, de la máster y tus dones widrat. ¿Recuerdas la última reunión de nosotros los secretos?
En la cuál sólo los más poderosos pudimos ceder una parte de nuestros poderes y guardarlos en aquella bóveda... Pues ese misma noche Robert y yo nos encargamos de unir esos poderes y someterlos en un artefacto del cual nadie sospecharía. Estos brazaletes estuvieron ocultos por mucho tiempo y es este el momento que los utilizaremos. Dijo Elena sintiéndose aliviada porque sabía que nada podría hacerle daño a sus hijas.
-Estos brazaletes no sólo protegen a cualquiera que lo porte, sino que también les brinda los poderes de cada cultura en los Secretos, les permite dominar los cuatro elementos como lo haces tú, widrat... Les permite transformarse como los Twuan, esparcen luz y felicidad cómo los máster solis, tienen el poder de la magia siempre que lo sepan dominar y si conocen los encantamientos del Fujiie serán imparables. Esta noche estos brazaletes los llevan puesto Schay y Kristtel para mantenerlas a salvo, ellas son el futuro de nuestro reino. Concluyó Elena.
Había un silencio en na habitación, uno más fuerte esta vez, cuando desde lo lejos Sower parecía comenzar a atacar.
-*R*H*Ai*! Gritaba Sower, este encantamiento no parecía venir del Fujiie puesto que Elena y Robert lo conocían muy bien, esto iba mucho más lejos...
Los Vasarus quedaron sumamente horrorizados al escuchar pronunciar tales cifras, este encantamiento sólo podía venir del libro de Artes Negras el cual había sido destruido hace muchos milenios, lo que estaba ocurriendo era más que imposible, no existía explicación alguna más que la teoría que al parecer el libro no fue destruido del todo.
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El Espejo de Los Secretos
FantasyEl reino de Krotinah esta en peligro y junto a él la civilización de los Secretos. Sower ha regresado y esta dispuesto a asesinar a los Vasarus, los brujos que guían el reino. Lo que el no sabe es que ellos ha dejado un legado de dos gemelas y estas...