BERILIO

EL CHICO DE OJOS AZULES

Me quedo mirandolo porque es el chico mas guapo que he visto, tiene los ojos de un color azul tan intenso que los puedo notar aunque esta del otro lado de la calle, me mira fijamente, yo trago con dificultad el trozo de sandwich que habia metido a la boca antes de verlo; nos quedamos unos segundos que me parecen eternos así, derrepente nuestro contacto visual se interrumpe porque un hombre alto parecido a el lo llama, me mira por ultima vez y despues entra a la casa de enfrente. Me levanto y entro rapidamente a la mia con el corazón agitado y me regañomentalmente porque no ay razon para que yo este asi, el chico es lindo-- muy lindo-- pero no es para tanto, respiro profundamente y me tranquilizo, tomo otravez mi sandwich que habia dejado en el sofa y salgo rezando porque el chico no esté hay, pero lo que me encuentro no es bueno ( a mi parecer, ya que por lo que soy no me gusta hablarle a nadie, menos extraños), el señor que habia llamado al chico esta acercandose a mi, de cerca se ve intimidante, me tenso , le sonrio timidamente y el me escruta con la mirada, el hombre aparenta tener unos 40 anos, tiene el cabello negro con partes blancas, piel blanca y sus ojos son negros como la noche sin luna, es apuesto, se queda unos segundos mirándome y después dice:

- soy Carlos moore, un gusto- extiende su mano y la tomo para no ser descortés, pero su penetrante mirada no me agrada.

- un gusto, soy Alex casas- suelto su mano y doy un paso atrás para poder mirarlo mejor a la cara.

- ¿me puedes decir donde queda la gasolinera?- pregunta.

- esta mas allá- le indico con la mano la parté derecha- doblando la esquina, a dos cuadras- termino con una sonrisa incomoda.

- gracias- y se va, respiro tranquila << que tipo tan intimidante >> pienso, me siento en la mecedora y esta vez si me como mi sándwich sin interrupciones, después de eso entro a casa y me siento a ver películas cuando veo el reloj a mirar la hora me doy cuenta de que es mas de las 11 y me hoy a dormir. 
Mañana tendré un día pesado.

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Son las 6: 30 am y tiro el despertador para que se calle, me levanto desganada y me dirijo al cuarto de baño, al salir ya estoy bañana y peinada solo me falta la vestimenta, cojo lo primero que veo, un jean, una blusa azul y unas converse del mismo color me las pongo, acomodo la trenza de medio lado que me hice en el baño y estoy lista para ir a la escuela. Al salir de mi habitación escucho ruidos en la cocina, bajo deprisa y veo a mamá sirviéndose una taza de café, se ve tan tierna con su pijama rosa, que me arrepiento de lo que paso ayer. Hora de disculparme.

- hola mamá- la saludo sentando  en una silla y siviendome un poco de jugo, ella me mira y me ofrece una cálida sonrisa mientras se levanta y me sirve unos wafles, les echo miel y empezó a comer.

- buenos días cariño- no parece enojada- ¿descansaste?

- si- le contesto, es hora de que me disculpalme- mama... siento lo de ayer, enserio no se que me...- me calla con un movimiento de su mano y me ofrece una cálida sonrisa.

- no pasa nada cariño, solo olvidemoslo y ya- me tranquilizo pensé que seguiría enojada- termina tu desayuno- Termino de comer agarro mi mochila y cuando estoy apunto de salir mamá me llama.

- Alex- dice.

- que mamá?

- solo....- se acerca a mi despacio y me extendie un saquito de cuero- solo quería darte esto- lo tomo y lo abro y saco una daga pequeña de plata con incrustaciones de safiros y tallado cuidadosamente con figuras de enredaderas, se ve tan delicado para ser un arma. Miro a mamá.

- feliz cumpleaños- me abraza y yo sonrio, pero estaba confundida.

- porque me das esto?- pregunto, me sonrie pero su mirada irradiaba un deje de tristeza.