Más que compañeras [Camren]

Parte 13

Camila POV

Me concentré en preparar la cena porque no quería pensar en Lauren y Lucy abrazadas en la cama. Cuando vi la mirada de desesperación de Lauren entendí que no era romántico, pero no me había explicado nada de lo que estaba pasando y mi cabeza iba a mil por hora imaginando diferentes escenarios.

Me serví una copa de vino y media hora después escuché unos pasos y Lucy apareció en la puerta de la cocina, tenía los brazos cruzados sobre su pecho y la cara muy hinchada, no parecía ella, nunca la había visto así.

Lucy y yo no éramos mejores amigas, pero habíamos pasado bastante tiempo juntas, al fin y al cabo, había sido novia de Lauren, y antes de eso eran amigas, y en su día había pasado muchas horas en el apartamento. Verla así, fuera lo que fuese que le estaba pasando, me rompió el corazón.

Sin pensarlo me acerqué a ella con mis brazos abiertos y por suerte ella me abrazó por la cintura, creo que era la primera vez que abrazaba a Lucy, pero cuando noté como me apretaba agradecí haberlo hecho.

Cuando nos separamos no pregunté nada, solo le sonreí "¿Vino?" Dije señalando la botella y ella negó con la cabeza "Un vaso de agua estaría genial" Dijo tratando de sonreír, pero la tristeza era evidente en su cara.

Le serví el agua y se sentó en la mesa, yo me senté a su lado.

"Perdón por robarte a Lauren de esta manera" Dijo y yo la miré honestamente confundida "No me ha dicho nada, pero no soy tonta, sé que eres la persona que le gusta, y tienes un chupetón enorme" Cuando dijo eso me tapé la marca del cuello con la mano "No me gustaría que pienses que te la estoy robando o algo"

Puse mi mano sobre la de ella "Lucy no me estás robando a nadie, no sé qué te ha pasado, pero si la persona que necesitas es Lauren, no tienes que pedirme perdón"

"Aun así me siento mal por revolucionar su vida" Contestó ella.

"¿Hace cuantos años conoces a Lauren?" Pregunté.

"No sé, 13, algo así" Contestó ella.

"Entonces estás donde tienes que estar" Dije con una sonrisa "Pero ni se te ocurra besarla"

Lucy se atragantó con el agua que acababa de beber y yo me reí.

"Solo te aviso, soy muy comprensiva con Lucy la mejor amiga, pero Lucy la exnovia no puede hacer una aparición si vas a seguir durmiendo en su cama" Estaba bromeando, pero a la vez lo decía en serio.

Lucy se puso colorada como un tomate "Tomo nota" Dijo finalmente y yo dejé escapar una carcajada.

"¿Entonces la bruta de Lauren te hizo eso?" Dijo señalando mi cuello y fue mi momento de ponerme colorada.

"Es que la voy a matar" Ahora fue Lucy quien soltó una carcajada y me alegré de haberla hecho reír, parecía realmente triste estos dos últimos días.

Cuando dejamos de reír apreté su mano que seguía debajo de la mía en la mesa "Sé que no somos mejores amigas ni nada de eso, pero si necesitas algo aquí estoy"

Lucy asintió "Gracias Mila"

El horno empezó a pitar y me levanté a sacar la lasaña que había preparado, ni un minuto después Lauren apareció por la puerta frotándose los ojos. Lucy ponía la mesa mientras yo colocaba tres trozos en tres platos.

"Buenos días" Dijo Lauren bostezando.

"Son las 10 de la noche" Dije yo pasándole un plato.

"Buenas noches" Dijo sentándose en la mesa.

Las tres nos sentamos a cenar, me preguntaron por mi día en el trabajo y decidí contarles una anécdota que me había pasado con unos clientes para distraerlas.

Las tres limpiamos la cocina y tras ver un poco la televisión me levanté escusándome para ir a dormir. Me levanté del sofá, pero Lauren tiró de mi brazo y me dio un beso en la mejilla, peligrosamente cerca de los labios, no pude evitar sonrojarme un poco, pero tras esto me dirigí a mi habitación.

Los días siguientes Lauren no fue a trabajar, Lucy estaba cada vez más triste y no sabíamos que hacer para ayudarla. Se pasó el miércoles y el jueves sin salir de la cama y se negó a comer nada. Lauren estaba muy preocupada y yo también, con el añadido de que no tenía ni idea de porque estaba así.

La quinta noche que Lucy pasó en nuestra casa me desperté de madrugada, de repente escuché un ruido en la cocina y la puerta del apartamento cerrarse, miré mi móvil y eran las cuatro de la mañana. Me levanté de la cama y caminé hasta la cocina, había dos botellas de vino vacías en la mesa y una copa rota en el suelo. En la mesa de la cocina estaban los botes de pastillas de los analgésicos y antiinflamatorios que le habían recetado a Lauren cuando se fracturó la mano. Miré a mi alrededor y vi un papel junto a los botes en la mesa, era una nota prácticamente ilegible ya que la caligrafía era temblorosa y había marcas de vino en un lateral.

Lauren no me odies, perdóname

No ponía nada más, miré las botellas, los cristales y los botes vacíos de pastillas, y mi corazón empezó a latir con fuerza, Lucy estaba muy triste, pero ¿tan triste como para hacer una tontería? ¿para hacerse daño?

Salí corriendo de la cocina y abrí la puerta de Lauren que golpeó por la fuerza contra la pared despertándola, encendí la luz, Lucy no estaba en la cama.

"¿Dónde está Lucy?" Dije casi gritando.

"¿Qué?" Dijo Lauren confusa.

"Mierda" Le tiré la nota "Venga levántate ya"

Sali corriendo de la habitación y me puse unos zapatos.

"¡NO!" Dijo Lauren que apareció por el pasillo intentando meter su pie en una de sus botas.

Nos dirigimos a la entrada y cogimos nuestras llaves, no habían pasado ni 3 minutos desde que encontré la nota y estábamos las dos en el ascensor.

"¿A donde vamos Lauren?, piensa"

Lauren llamaba a Lucy compulsivamente pero el móvil estaba apagado.

"No lo sé Camila, joder, no lo sé"

Nos acercamos a nuestros coches "Vete al piso en el que se está quedando en Miami yo voy por el vecindario, no pares de llamarla" Dije abriendo la puerta de mi coche "Llámame si la encuentras"

Lauren asintió metiéndose en su coche y saliendo primera del parking, iba a arrancar cuando miré para nuestro edificio. Mi mano se congeló cuando iba a girar la llave y salí corriendo del coche dejando la puerta abierta.

Me metí en el ascensor y pulsé el botón que te llevaba a la última planta y mis manos empezaron a temblar, las puertas se abrieron en el piso más alto y corrí hacia el último tramo de escaleras que llevaban al tejado del edificio. Cuando abrí la puerta me quedé congelada.