{capítulo 2}

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2 años después

-Cariño, te juro que eres lo mejor que me ha pasado en mi vida- sus manos aprietan ligeramente mis mejillas, sacándome de mi ensoñación.

-No todos los dias se cumplen cuatro años juntos, supongo- le sonrío con pesadez y miro a mi alrededor.- Además, aún no has visto la mejor parte de la sorpresa.- Sus ojos se abren con exageración y meto mi mano en uno de los bolsillos de mi pantalón. Dejo caer delante de sus ojos dos pases.

-Amor, dime que es broma.- Niego con la cabeza al ver como se iluminan sus ojos.- ¿Cómo has conseguido los pases para entrar al paddock?- creo que mi ego ahora mismo está a unos niveles estratosféricos.

-Puede que le prometiera a mi jefe hacer unos reportajes extra que todos los de la empresa rechazaron- miré a mis espaldas.

-Mierda, no debiste hacer todo esto por mi- me encojo de hombros.

"Claro que no debí"

-Era lo mínimo que podía hacer por tí, Marco- sus brazos me rodearon y por un momento me sentí incómoda.

"¿Realmente lo hago por él?"

Después de hablar con varias personas, conseguí que nos guiaran al paddock.
Era viernes y hace relativamente poco habían terminado los libres 2, así que supuse que algunos pilotos estarían por ahí. A mí me daba vergüenza llegar allí y quizá incomodarlos, probablemente estuvieran cansados de las prácticas. Pero sabía que a Marco no le daría nada de pena.

Nos cruzamos con varias personas con uniformes de mercedes y redbull, pero yo no podía apartar la mirada de los monos rojos.

"Por supuesto que no lo hago por él, ni siquiera lo merece, solo tengo miedo a dejarle"

Me reprendo mentalmente por pensar esas cosas. Marco era, y es, supuestamente el amor de mi vida. Me pidió perdón millones de veces al dia siguiente de aquella noche hace dos años, y pensé que merecía la pena perdonarle. Pero nunca fui capaz de contarle lo que hice yo aquella noche. Nunca fui capaz de admitir que yo había hecho lo mismo, sin siquiera sentirme mal. Nunca volvió a ser lo mismo después de encontrarle en el baño de aquel bar montándoselo con una camarera.

Recuerdo como lloró delante de mí, arrodillado delante de la puerta de mi apartamento. Recuerdo como me suplicó que le perdonara. Recuerdo como tuvo el valor de decirme que se...

"No debí perdonarle tan siquiera la primera vez"

-¡Alya!- escucho mi nombre ser mencionado con urgencia y sigo la procedencia de aquella voz. Marco está señalandome un pequeño grupo de periodistas que parecen estar entrevistando a alguien. Me acerco rápidamente.- Mira, es Fernando Alonso- parece un niño el día de abrir regalos en navidad.

Nos acercamos sin prisa hasta el grupo de reporteros, viendo como algunos se alejan al poco tiempo, hasta que finalmente el piloto queda solo.

-Hola- saluda Marco algo nervioso, veo como le tiemblan ligeramente las manos.

"Odio como parece tan inocente"

-Vaya, hola- saluda el asturiano con una ligera sonrisa.

Marco me mira pidiendo ayuda a gritos.

-Verá, mi novio estaba ansioso por conocerle y le gustaria sacarse una foto con usted, si no es molestia.- niega con la cabeza y sonríe más ampliamente.

-Claro que no es molestia, y porfavor, no me trates de usted, ya bastante valor tienes al hablar por él- las orejas de Marco enrojecen rápidamente y yo saco mi móvil.

-Venga, colócate y tranquilízate un poco- digo despacio, esperando a que haga lo que le digo.
Les hago la foto y le doy las gracias al piloto, que da un asentimiento.

Miss your touch | Carlos Sainz Jr.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora