- Y ahí estába ella, tan rota pero la la vez tan llena... Mirando el cielo nocturno una y otra vez, preguntándose cuándo sería la próxima vez.
- Mientras caminaba, en las calles desoladas de la cuidad y veía los vehículos al pasar, sus ojos se veían perdidos en el andar, parecía alma en pena, sin rumbo a dónde llegar.
- De repente cayó una gota en sus pies, el ruido se hizo ausenté y solo hubo un silencio eterno... Eran tan grande el silencio que ella podía escuchar las agujas del reloj que llevaba en la muñeca.
- Y como era de esperarse, a este silencio le acompañó un frío eterno, en ese momento todo, absolutamente todo se detuvo.
- Ella miro al cielo, suspiró y le dijo a la Luna...
- Tú qué lo ves, dime cómo está, tu qué lo sigues, dime hacia donde va.
Oh Luna!! tu qué me ves, dile como estoy, tú qué me sigues dile hacia donde voy...- En ese momento sus ojos brillaron y no era de emoción, en sus ojos habían lágrimas de dolor, por sus mejillas rojas rodaron lágrimas de frustración, por no poder estar con su verdadero amor, con sus manos frías y temblorosas sostuvo su pecho y lloró.
- Sus piernas temblaban y no era por el frío, hasta que en un fuerte suspiro se quebrantó, cayendo al suelo suspiró, alzó la voz y grito...
- Luna!! Luna!! Por favor, dile que ya no puedo más con este dolor.
- La Luna no compredia por qué si había tanto amor, a ella le causaba dolor, pero ella en ese momento susurró...
- Sus recuerdos son alegres, pero su ausencia no, y eso querida Luna es lo que en mi causa dolor.
- La Luna sabía que él también la amaba, pues lo veía cada noche como por ella también él suplicaba.
- La luna no comprendía este extraño amor, dos enamorados sumplicandole a la Luna por su relación.
- Y la Luna triste y confundida por estos locos enamorados también lloro, pues dijo:
- Que loco, pero sincero es su amor.
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Océano sin fin...
AcakY mirándose al espejo, ella suspiró, secó sus lágrimas y se dijo así misma: Ya es hora! Y desde ese momento nada volvió hacer igual...