Todo empezó cuando me mudé a Miami. Miami siempre ha sido una de mis ciudades favoritas. Quería vivir allí y cumplir el sueño que tenía desde pequeña.
Si si, todo súper bonito...pero la vida no es así. Yo pensaba que sería más fácil, lo admito. Pero no pensé que sería así, tal y como lo estoy viviendo yo, Dahlia Scott.
Me vine aquí justamente cuando cumplí los veintitrés. Tenía la esperanza de encontrar un buen trabajo como abogada, ya que eso es lo que estudié. Pero al final acabé siendo camarera en un casino. No era muy agradable trabajar allí, pero esa era mi única opción.
La mayoría de las personas eran muy ricas y las otras eran unos adictos que hasta apostaban sus casas, hasta tal punto de perderlo todo. Yo veía eso cada noche. Como la gente perdía todo lo que tenía, como se emborrachaban hasta el punto de quedar inconscientes o casi muertos.
La gente que estaba allí, la mayoría, no estaban muy bien de la cabeza. Alguna vez tuve que aguantar algunos tocamientos inapropiados, pero eso no era lo que más me molestaba. No, lo que más me molestaba era mi jefe...pero me tenía que aguantar.
Tanía un pequeño piso de alquiler, el cual apenas podía pagar. Era muy difícil para mi. Por suerte solo necesitaba tener un trabajo ya que me pagaban bastante bien.
Hasta que un día, vi una oferta muy buena sobre un piso super lujoso. Con todo lo que había podido ahorrar, podría pagar la primera parte de la renta. Estaba muy feliz, todo en mi era esperanza. Podría irme a un sitio mejor que en el que vivía. El error fue comprarlo precipitadamente. Me fui del piso en el que estaba viviendo del alquiler.
Me dirigía a la localización que me habían mandado los vendedores. Cogí un taxi y le dije la localización al taxista. Al principio, todo iba genial, podía ver muchas casas grandes y bonitas. Pero cada vez nos adentrábamos más en lugares extraños, sin siquiera luz para iluminar la calle. Esto no me lo esperaba, estaba demasiado lejos de mi trabajo. No lo entendía, no entendía donde estaba. De repente el conductor paró en seco el coche.
-¿Pasa algo señor?- Le pregunte aterrada.
-No señorita, no pasa nada- Respondió él.
-¿Entonces porque hemos parado aquí?- Pregunté dudosa.
-Señorita, aquí es donde lleva la localización que me dio- Dijo un poco extrañado.
-Si no le importa, págueme y bájese del coche, que aún me queda toda la noche de trabajo- Dijo el conductor algo molesto.
-lo siento, ahora le pago- Respondí rápidamente.
Le pagué y me bajé lo más rápido posible. No quería quedarme más tiempo con ese viejo cascarrabias. Me quedé mirando lo que me habían enviado los vendedores. Un escalofrío recorrió por todo mi cuerpo.
Este era el lugar, un sitio oscuro, con una nave industrial que parecía estar vacía. Tenía miedo, mucho miedo. Había apenas una luz que iba parpadeando, y todo ese entorno me parecía muy siniestro. No se escuchaba absolutamente nada. Solo algunos coches a lo lejos y el sonido del viento chocando contra las paredes de los edificios.
No sabía que hacer, me quedé paralizada. Estaba apunto de hacer algo cuando alguien me agarró de los brazos por detrás como si estuviera detenida. Me apegó a él y me pasó algo afilado cerca de mi cuello. Me asuste mucho. ¿Me iban a matar? Unas lagrimas comenzaron a caer de mis ojos. Comencé a sollozar. No quiero morir aún.
-Mira linda, deja de llorar o te parto la cara- Dijo en mi oído mientras me hacía caminar hasta un edificio todo oscuro.
Comencé a llorar silenciosamente, intentando que no me escuchara el tipo que me tenía cogida.
Tenía miedo, mucho miedo. ¿Cómo de un día para el otro mi vida podía haber cambiado tan drásticamente?
★★★★★★★★★★★★★★★
Muchas gracias por leer este capítulo. Estoy muy agradecida.
Si ven algo en lo que podría mejorar, háganmelo saber ^^
♡︎HASTA EL PRÓXIMO CAPÍTULO ♡︎
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TU MIRADA
RomanceLo que nosotros denominamos como imposible, ¿Podría llegar a ser posible? Eso es lo que me pregunto yo cada vez que lo veo. Es tan bonito, tan pero que tan bonito. Que no puedo dejar de pensar en él. ¿Para que mentirme? El es cinco años mayor que y...