Sentí mi corazón a mil cuando escuche unos pasos acercándose a mi. Cada vez los sentía más cerca, más ruidosos. A la vez que mi corazón comenzaba a latir a toda velocidad, casi sin dejarme respirar ya que lo sentía en la garganta. Tragué duro y alcé mi mirada. No sé por que motivo, me alivié al ver al chico joven y guapo acercándose a mi. Me quedé en el suelo observándolo. De una manera un tanto brusca me levantó y me apegó a él cogiéndome de la cintura. No sé porque, pero empecé a llorar en su pecho, exploté, necesitaba llorar. Supongo que era por el miedo, sentía cada parte de mi cuerpo temblar.
-No me mates- Dije con la voz entrecortada y susurrando mientras seguía llorando.
-Tranquila, estas a salvo- Dijo el chico.
Subí mi mirada, para encontrarme con los ojos de ese chico. Tenía una mirada profunda, me hizo temblar. No solo de miedo, sino también por lo bonito que era. Comencé a pensar sobre lo que había dicho el chico. ¿Dijo qué ya estaba a salvo? Allí mi cabeza comenzó a funcionar. ¿Por qué no me había "rescatado" antes? ¿Porqué había dejado que esos hombres me hirieran tanto? Giré mi cara para ver a los que me hicieron tanto daño. Efectivamente, allí estaban, en el suelo, con un montón de sangre al rededor de sus cuerpos. Me puse pálida. ¿Por qué yo? ¿por qué yo tenía que ver y sufrir esto? ¿Qué había hecho yo para merecer esto?
Me armé de valor para hablarle -¿Po-por qué no me has salvado de esos hombres antes?- Le pregunté con la voz un poco temblorosa.
-Simplemente no me concedían el aviso- Respondió con toda la normalidad posible. Yo lucía extrañada, y veo que lo notó rápidamente. -Sé que te preguntaras que eso es una estupidez...pero no podía desobedecer a mis superiores, no sé si me entiendes- Yo asentí, aunque seguía sin entender que hacía allí.
-Y entonces, ¿Qué hacías con esos tipos?- Pregunté esperando una respuesta sensata.
-Esa es demasiada información- Dijo algo cortante.
Seguidamente me agarro de un brazo y lo puso detrás de su cuello a la vez que me cogía de la cintura. Gracias a su ayuda pude salir de ese lugar tenebroso, no podía creer lo que me había pasado, simplemente mi cabeza no lo asimilaba.
Al salir vi un coche negro y bastante grande, antes no lo había visto. El chico abrió la puerta del copiloto y después de abrocharme, giró por delante del coche para sentarse en su asiento, cogió el volante con una mano, y la otra la dejó reposada en la ventana. Estaba en el coche, sin decir nada, tenía muchas preguntas, pero no me atrevía a hablar. En la oscuridad de la noche, solo se escuchaba el sonido del motor y de las olas, ya que estábamos en una carretera cerca del mar. Nos fuimos adentrando cada vez más, ya no se veía el mar. solo estábamos nosotros en una carretera oscura.
Tiempo después, pude ver algunas luces, eso me tranquilizó. Algunos minutos más tarde, estacionó su auto delante de un motel. Era un motel bastante sencillo, con unas luces neón para que resaltara el nombre y una estructura blanca y negra bastante bien cuidada.
Empezé a temblar al pensar en lo que esto podía suponer. Supongo que él se dio cuenta ya que puso una de sus manos en mi hombro.
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TU MIRADA
RomanceLo que nosotros denominamos como imposible, ¿Podría llegar a ser posible? Eso es lo que me pregunto yo cada vez que lo veo. Es tan bonito, tan pero que tan bonito. Que no puedo dejar de pensar en él. ¿Para que mentirme? El es cinco años mayor que y...