Chamaleon (FreezerxReaderxFrost)

Capítulo 36.

Descansaba en una cómoda superficie, una cama resguardada por un campo de fuerza que lo mantenía inmovilizado, la espaciosa habitación similar a la del dios destructor, rodeada por bombas que se activan si llegaba a hacer algún movimiento brusco o salirse de esa blanda plataforma. A ojos de los otros parecía la definición de bello durmiente, viendose tan pacifico externamente, aún si su interior era un caos total constante.-

La tortura es que en realidad no estaba dormido, como si hubieran intentado sedarlo pero en vez de dormirse profundamente, solo esta paralizado, consciente de todo lo que ocurría a su alrededor. Esta vez ambas entidades que compartían el cuerpo estaban igual de enojadas. Uno porque no hicieron lo que pidió, ahora estaba atrapado en su propia mente, en su propio cuerpo mientras que el otro estaba frustrado en no poder controlarlo a su antojo aún en ese estado de vulnerabilidad.-

____ tenía un corazón frágil, pero una mente de acero que siempre le ha causado problemas a Cyrtolite. El maldito Príncipe lo entrenaron bien para no quebrarse tan fácil, por eso mismo se tardó tantos años en decidir abandonar a Freezer en el pasado.-

Y con su memoria restaurada, era casi imposible siquiera mover un misero dedo. No importaba cuánto tiempo estarían atrapados, no dejaba de pelear contra él para mantenerlo a raya. Cyrtolite no tardó en sentirse sofocado, sintiendo que el espacio mental en el que se encontraban se volvía mas pequeño. Se sentía otra vez en la casa del anciano reptil que lo crió, manteniendolo oculto, arrebatandole su libertad.-

____ mantenía una expresión neutral, acostado sobre la superficie acuosa que permanecía en calma y solo se volvía turbulenta cuando Cyrtolite pasaba cerca suyo, mostrando la diferencia entre ambos ante la situación actual. Uno perdía la cabeza mientras el otro solo se hundía en una inquietante calma. Era una tortura, si, pero era más soportable que lo que vivió en el pasado. Al parecer todo el infierno que le hizo pasar su mellizo, le sirvió para sorportar esto.-

Cyrtolite: ¡¿Cómo puedes estar tan tranquilo?!.-Bramó airado, cerniendose sobre el otro, estando encima del cuerpo contrario para ver sí al menos así lo hacia ceder.- Me repugna lo dócil que eres, ni siquiera intentas tener aunque sea un poco de dignidad por ti mismo, rebajandote a ser una prisión viviente para protegerlos, ¿qué te dieron a cambio ahora?, ignoró tu petición, ¿por qué?, es tan egoísta que prefiere tenerte viviendo de esta manera que brindarte la libertad que pediste.-

____: Te pareces mucho a nuestro padre.-Lo cortó, saliéndose del tema, más bien, ignorando a propósito lo que le decía porque estaba tocando fibra sensible. Y al tenerlo tan cerca, a pesar de la maltratada apariencia, incluso con las venas azuladas marcando su tez, conservaba parte de la belleza natural que caracteriza a su raza.-¿Nunca te has preguntado cómo habría sido nuestra relación si ellos no hubieran cometido tal error?.-Alzó una mano, acunando el rostro del otro que soltó un jadeo ahogado, perturbado, furioso, atónito. Todo eso junto mientras sus intensas orbes rosaceas estaban clavadas en las c/___.-

Cyrtolite: ... .-Lentamente, subió su mano posandola sobre la del otro, escudriñandolo, luego desviando la mirada, antes de volver su atención al mayor.- Como si tuviera tiempo para pensar en algo que nunca pasará, ni siquiera me agradas, este sitio esta impregnado con el odio que nos tenemos, no pretendas que-... .-

___: Te odio con cada fibra de mi ser, pero, estoy siendo curioso... Porque no podemos hacer mucho más en este lugar.-Volvió a interrumpir, su voz gélida enturbia el agua alrededor de ellos, incluso tornandola más helada, externando ese intenso sentimiento.- Creo que llevarías casí el mismo peinado que nuestro padre.-Le pasó los dedos por la extensa melena morada.- O lo llevarías suelto todo el tiempo.-

Cyrtolite: Hm... Te quitaría las joyas seguido, aunque con lo repugnantemente dulce que eres, seguro no te hubiera importado compartirlas.-Susurró fastidiado, cerrando los ojos dejando que le pasara las manos por el cabello, sintiendo una punzada en su pecho.- Hubieramos jugado bromas juntos a los demás soldados.-