Solo tu y yo...Siempre

CAPÍTULO I

Julio 11 2011

Elisa

Hace 2 días comenzaron las competencias no tan importantes del equipo de baloncesto femenil y varonil y digamos que es un tanto estresante, la Srta. Samuels y la Srta. Marcus entrenadoras de los equipos femeninos, ambas son algo robustas, la entrenadora Samuel acostumbra siempre llevar el cabello recogido en un chongo y su atuendo deportivo siempre negro, la entrenadora Marcus o lleva el cabello en trenzas tipo boxeadora o recogido en cola de caballo con su gorra blanca y su atuendo para nada combinado y los entrenadores Peralta, ambos son primos, tendrán como 30 o 35 años, que para los ojos de las chicas están para comer y son super ardientes, no digo que no sean guapos porque TODOS sabemos que lo son pero simplemente no son mi tipo, ni siquiera de mi agrado. Los cuatro hicieron una pequeña, que digo pequeña hicieron una gran apuesta los que ganen más partidos de este verano hasta el próximo, el perdedor tendrá que pagar 2500 dólares a los que ganen, al principio a todos nos pareció algo sumamente divertido hasta que los entrenadores pasaron de entrenamientos dinámicos y en verdad con mucho ánimo a exigentes y no digo que este mal, pero en verdad nos exigen creo que el triple de lo de antes si no es que más.

Tratamos de convencer a los entrenadores de dejar de lado tu estúpida apuesta hasta que nos propusieron algo que muchos no podían dejar pasar, nos ofrecieron, darnos puntos extra en alguna materia que podamos reprobar, ayudarnos con nuestros servicios sociales y darnos una excelente carta de recomendación para nuestras solicitudes de universidad, y como un bonus en los juegos de las últimas temporadas de partidos que son las más importantes, vienen entrenadores de universidades y ofrecen becas desde 15%, 50% y el 100%.

Por los entrenamientos no he podido pasar mucho tiempo con Eva por ello planeé ir a un picnic, ya tengo todo en la canasta los sándwiches, vasos, jugo, uvas y frituras. Voy camino a la habitación de mi hermanita para irnos

-¡Arriba! -abro las cortinas-Eva levántate se nos va a hacer tarde, rápido

-Quieres guardar silencio, solo quiero dormir y cierra las malditas cortinas -la miro divertida, pero en serio que empiezo a cansarme

-Eva Melissa ve a arreglarte, ahora y no es una petición

-Quieres dejar de portarte como mamá, es fastidioso y largarte y déjame dormir-me arroja un cojín a la cara, pero lo atrapó antes que me golpeé

-Enana esto es importante para mí, hace mucho no pasamos tiempo y siento que en cualquier momento me vas a olvidar y ya no me vas a contar nada de tu aburrida vida-alza su cabeza para mirarme

-Punto número uno, mi vida no es aburrida la tuya si tonta-suelto una pequeña risa y sigue con su "reclamo"-número dos, jamás te olvidaría-le doy una mirada de ternura por lo que dijo-eres como el trauma de una persona...difícil de olvidar

-Sabia que no podías decir nada lindo por dos minutos-la miro mal y ella se echa a reír- ¿vas a levantarte ya?

-Okey ya paces-me ofrece su mano, cuando voy a estrecharle la mano, pero la golpeo con el cojín que me había lanzado- ¡eres una idiota! -se cubre la cara

-Ya estamos a mano te espero abajo no tardes tonta -salgo de su habitación con una sonrisa triunfante en mi rostro

Bajo y encuentro a mamá entrando a la casa con bolsas del super y me acerco a ayudarle

-Gracias, vas a salir-me pregunta

-Si, de hecho, Eva y yo, la invite a un picnic, ya sabes con los entrenamientos ya no hemos tenido tiempo, me voy temprano, llego y lo único que hago es seguir entrenando y después lo que más quiero es descansar

-Pero eso va a valer la pena, ya lo verás, todo esfuerzo grande tiene una recompensa del mismo tamaño no te desesperes

-¿Vas a volver al trabajo?

-Si, tome mi descanso para ir a hacer las compras y comprar algo que necesitaba y ya me regreso-comenzó a acomodar las cosas

-Si quieres Eva y yo acomodamos lo demás cuando lleguemos-le sugiero, sabiendo que si no la detengo se le va a hacer tarde

-Las amo mis niñas, las veo en la noche cierren bien antes de salir y cuando regresen-sale a toda prisa de la casa

-¡¿Eva ya estás lista?!-le gritó desde abajo para que me escuche

-¡20 minutos más! -me grita de vuelta

Pasaron los 20 minutos y Eva no bajaba entonces subí porque conociéndola se volvió a dormir o se está habiendo mensa, cuando abro la puerta la veo mirándose al espejo

-Te ves hermosa-la halago cuando entró

-Es de familia, supongo-responde

-Si, supongo, pero yo gane los mejores genes- bromeo

-Quisieras babosa- me da una mirada superior

-¡Óyeme! -la golpeo suavemente en el brazo- en qué momento te ofendí grosera

-Ay perdón florecita-reímos

-Te quiero enana-le digo mientras la abrazo

-Yo más, jirafa- me molesta con ese apodo que me puso desde niñas