HYUNJIN ⋨ hyunlix

10. Iré corriendo si es necesario

Estaba en mi cama, acostado mirando hacia el techo y en lo único que podía pensar era en Hyunjin.

Sí, Hwang Hyunjin no salía de mi cabeza por más de que lo intentara.

Es decir, tenía mucho más en qué pensar. Como, por ejemplo, mis materias, tenía exámenes la semana entrante, habíamos conseguido el trabajo de camareros gracias a la gran recomendación de Hakn, lo cual seguía molestando a Jake lo que significaba que molestaba a Yeji y eso me molestaba a mí, porque ya no la soportaba insinuando cosas que no tenían hechos en los que basarse, teníamos que trabajar mañana después de la escuela y saldríamos a la hora en la que cenamos, y además, seguía queriendo averiguar qué era lo que sucedía con los Hwang.

Pero no. Yo pensaba en Hyunjin Hwang. En la manera en que sus ojos me miraban y lo bonito que era. Cómo su mandíbula se tensaba cuando estaba enojado, el sonido de su voz. Cuando sus cejas se juntaban y sus labios hacían una bonita mueca...

Me encontré a mí mismo sonriendo ante el pensamiento.

Ya basta Lix, estás siendo patético.

Sí estaba siendo patético y me sentía un idiota por serlo.

Giré mi cuerpo en la cama y cerré los ojos intentando dormir un poco. 

(...)

— Levántate, Félix, Jake vendrá en diez minutos. Dúchate y cámbiate. — La voz de Yeji se escuchó, y después un portazo.

Salte de la cama y corrí al baño.

¿Sabes que probablemente ella está mintiendo y falta media hora, no? Porque siempre hace lo mismo para que corras y te estreses.

Me duché lo más rápido que pude y corrí a mi habitación en toalla para cambiarme con lo primero que encontré. Sequé mi cabello, y me maquillé y cuando estaba tomando mi mochila el timbre sonó.

— Vamos, Lix, ya está abajo. — Corrí a la puerta en donde estaba Yeji esperándome y bajamos.

Jake estaba parado delante de su auto, como usualmente. Yeji corrió a él sonriéndole y lo besó como si no hubiera un mañana. Yo lo saludé con mi mano antes de meterme en el auto sin esperar a que él me abriera la puerta. Luego de diez largos minutos en los que estaba convencido a cortar con su amor porque llegaríamos tarde a la escuela, ellos entraron al auto, Jake abriéndole la puerta a Yeji.

Él me sonrió por el retrovisor y yo desvié mis ojos.

—¿Cómo les fue en el trabajo? ¿Lo consiguieron? — Yeji se giró hacia él como si fuera un rayo de sol y luché por no vomitar mientras llevaba su mano hacia la de él y la tomaba con fuerza.

— Lo tenemos. ¿Puedes creerlo? ¡Tenemos el trabajo! — Se abalanzó hacia él y lo besó en los labios.

— No quiero cortar su amor ni nada parecido, ¿pero acaso la primer regla del conductor no es "los ojos al frente"? — Yeji me fulminó con la mirada mientras se alejaba y Jake emitió una risa.

Está bien, quiéranse y fabriquen corazones y arcoíris y todo eso, pero no intenten matarme. Soy demasiado joven y sexy como para morir.

— Tal vez vaya a visitarles en su primer día de trabajo. — Yeji sonrió como una niña y lo miró.

— No creo que esté bien que vayas. — Él la miró confundido. — No podría dejar de mirarte y querer besarte, van a echarme en mi primer día, Jake. — Sus manos se apretaron un poco más y yo emití un sonido vomitivo que salió de mi boca involuntariamente.