Prólogo

134 19 1
                                    

Las decisiones que uno toma a lo largo de su vida puede que cambien el rumbo de su destino o de lo que realmente debió ser, ¿Pero que pasa cuando no se cambia nada y solo conoces ese lado que nunca creíste ver en una persona?

Los sonidos de ramas crujiendo y la tenue luz qué pasaba a través de las hojas de los árboles le indicaron al castaño que ya había amanecido y que quizás el estúpido hechizo que el Nogitsune le había dicho había sido solo una de sus tantas broma.

— Gracias a Dios ya despertaste, ¿Te sientes bien?, ¿No sientes alguna deformidad?

El castaño miro a todos lados hasta que vio a su copia pálida acariciando a un conejo que movía su nariz con rapidez y temblaba ligeramente.

— Estoy bien, pero él no...

Apunto al conejo que rápidamente el pálido Void soltó.

— Me siento ofendido –dijo al ver que el conejo al tocar el suelo salió corriendo como si su vida dependiera de ello.

Stiles rio mientras negaba una y otra vez con la cabeza y miraba con diversión al castaño pálido.

— Deja de reírte, hay que conseguir ropa –dijo serio levantándose de la raíz de un enorme árbol.

Stiles por primera vez le prestó atención a su entorno y vio con los ojos muy abiertos el gran árbol en el cual se encontraba cómodamente recargado.

— Via... Via... –tartamudeo Stiles viendo cómo Void asentía mientras ponía los ojos en blanco y le extendía la mano para ayudarlo a levantarse.

— ¿Dudaste del hechizo? –pregunto el pálido viendolo con los ojos entrecerrados.

Stiles asintió mientras ignoraba la mano del pálido y se levantaba por si mismo.

— ¿Que época es?

El Nogitsune se encogió de hombros y Stiles comenzó a reclamar.

Después de una larga pelea dónde Stiles era el que reclamaba y Void solo escuchaba y asentía se pusieron en marcha, el plan era sencillo, encontrar ropa y no llamar la atención en el proceso, después verían que hacer.

Claro que nunca contaron con que en la casa que escogieron para tomar prestada la ropa fueran descubiertos por un joven de cabellera rubio castaño y unos ojos color chocolate tan profundos.

— Corre...

Continuará...

Espero les guste.

19-12-21

GerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora