Yuuji se encontraba solo en su habitación, recostado en su cama, no podía dormir, no después de lo que pasó con Satoru. Lo que había hecho era una total tontería, dejo que la calentura le ganará y termino revolcándose con su alumno.
Después del acto, la culpabilidad llegó a él de manera fuerte y contundente. Se sentía sucio consigo mismo y decir que no lo disfruto sería una total mentira. Lo gozo como nada en el mundo y se sentía el doble de mal por ello.
- ¿Qué tontería cometí? ¡Diablos! - Restregó ambas manos sobre su rostro. - ¿Ahora como podré verlo a la cara el lunes? ¿Con que cara veré a Nanamin? Le falle - Yuuji lloro de pura frustración y enojo.
- Vamos sensei... contesta - Satoru aventó su teléfono sumamente frustrado. Todo se tornó incómodo cuando terminaron de coger. Él lo disfruto al máximo, sabía que quería hacerlo una y mil veces más con Yuuji, jamás se saciaría de él.
Pero entre querer y poder hay una enorme diferencia. Yuuji tomo su ropa y sus cosas rápidamente, ignorándolo por completo. Termino de vestirse y se marchó, aunque el trato de detenerlo en más de una ocasión.
"Yuuji-sensei, vamos a hablar por favor" Le rogó una y otra vez en lo que se vestía.
Nada funcionó, se fue y el maldito fin de semana se interponía entre él y el amor de su vida ¡Fantástico! Sumado a eso, su sensei no le contestaba las llamadas ni los mensajes ¿Y si ya no volvía? ¿Y si lo había ahuyentado?
- ¡Maldición! -
Se sentó en su cama para tratar de relajarse, debía calmarse y pensar con la cabeza fría.... Pasaron solo un par de segundos y comprendió que eso no servía.
De esa misma manera paso el sábado y parte del domingo, parecía un zombi. Estaba comiendo con su padre, lo cual ya era muy raro.
- Satoru ¿Que te sucede? - Su padre estaba preocupado, su hijo se había quedado en casa el fin de semana y eso no era normal. Por lo regular andaba por las calles aterrorizado a la ciudad.
- Nada, solo que tenía tarea y decidí terminarla -
- Tú no eres mi hijo ¿En dónde está el verdadero Satoru? -
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Clases particulares [GoYuu]
Fiksi PenggemarLos maestros particulares siempre son un dolor en el trasero, la mayoría eran vejetes aburridos, pero cuando ve a su segundo profesor, queda cautivado por su tremenda belleza. Historia publicada el 28/11/2021 *Los personajes no me pertenecen, estos...