Capítulo 32

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Narra Gala:
Hoy la terapia fué intensa. Le comenté al sicólogo lo de mi embarazo y aunque me felicitó también me dijo que era muy importante tener las citas un poco más seguidas para que mi embarazo no tenga inconvenientes. Me da un poco de miedo causarle daño a mi bebé, leí en internet que puede ser un embarazo riesgoso si sigo vomitando todo ya que mi cuerpo pierde algunas vitaminas que necesita el bebé y puede afectarle directamente a él. No quiero eso. Mario me espera afuera mientras agendo otra cita con el sicólogo, y cuando estoy lista voy con él hacia los estacionamientos, pero me detengo de inmediato cuando veo a Nico echo una furia pasar por mi lado. Creo que nisiquiera nos vió.
-¿Y ahora qué le dió a ése?- me pregunta Mario y me encojo de hombros.
-Ya vuelvo, dame un momento- le digo y él asiente.
-Date prisa que tu princeso se escapa- me molesta Mario. Corro tras Nico y justo cuando llega a su coche lo alcanzo.
-Ey, ¿estás bien?- le pregunto llamando su atención y suaviza el gesto.
-Ahora que te veo sí- responde y me abraza escondiendo su rostro en mi cuello. Nosé si son las hormonas del embarazo o qué pero solo su olor me pone al 100 y mis mejillas me delatan- ¿qué haces por aquí?, ¿están bien?- sonrío de inmediato por su preocupación, siempre tan atento. Ése es el Nico del que me enamoré.
-Estamos bien, solo vine a... al médico- respondo nerviosa, me da algo de pudor y la verdad nosé como contarle lo que pasaba.
-Dile la verdad- escucho a mi espalda y lo miro molesta. Sabe que aún no le digo nada a Nico e insiste en que se lo diga pero no me atrevo.
-Mario basta.
-¿Qué verdad?- pregunta Nico de mí.
-Yo... ah....
-Que nosotros estamos juntos- dice Mario y lo miro boquiabierta.
-¿Eso es... es verdad?- me pregunta Nico dolido y aunque no le debiese responder o aclarar nada, siento que debo hacerlo.
-Claro que no.
-Dile la verdad- vuelve a decir Mario y quiero matarlo.
-Creo que aquí sobro- dice el padre de mi bebé dándose la vuelta. Lo tomo del brazo para detenerlo y me mira dolido.
-Estoy tomando terapia- digo rápidamente . Me mira con el ceño fruncido y escucho la maldita risa de Mario, lo voy a matar.
-¿Ves que era fácil decírselo?, y ahora... debo irme, ¿te vas con él o te vienes conmigo?- pregunta el idiota de mi amigo.
-Se viene conmigo- responde Nico tomándome de la cintura y acercándome a él. Se ve tan sexy cuando se pone modo protector que me dan ganas de meterlo al coche , lanzarme encima de el y desnudarlo para comérmelo completito. De solo pensarlo se me calienta hasta el alma pero debo ponérselo difícil, no quiero que crea que puede ir y volver cuando le dé la gana, debe demostrarme las cosas.
-Cuídala eh- Mario se despide y Nico me aprieta más hacia él. Nos subimos al coche en silencio, creo que le debo muchas explicaciones.
-Creo que deberíamos hablar- le digo y él asiente de inmediato.
-¿Quieres que vayamos a comer a algún lugar?.
-Preferiría mi departamento- le respondo.
-Solo si me dejas cocinar, quiero que descanses y no hagas nada ¿si?- me da una rápida mirada y se me escapa una sonrisa boba.
-Está bien- ruedo los ojos para que no crea que la tendrá fácil conmigo- ¿me contarás qué hacías en el hospital?
-Vine a ver a Elisa- responde mientras sigue manejando y yo me remuevo incómoda en el asiento.
-Mejor ya no quiero saber- miro por la ventana para evitar que me vea la cara de molestia.
-Es una maldita loca sicópata- dice de pronto y lo observo sorprendida, luego suelto una risita por la forma de decirlo- tenías razón, bueno en verdad todos tenían razón con respecto a ella- suspira cansado y comienza a contarme todo lo que escuchó, todo lo que le dijo y como se siente ahora, de vez en cuando yo le agregaba alguna palabrota a esa hija de puta que solo lo quería por interés, pero lo que me preocupa es la niña.
-¿Y Helen?- le pregunto.
-Hablé con la madre de Elisa, ella es quien cuida a la niña y estaban de viaje donde unos familiares, me dijo que no tenía idea de lo que estaba pasando, Elisa le había dicho que viajaba a Barcelona por un trabajo a medio tiempo pero que ahora que sabía la verdad no podía dejar a Helen al cuidado de ella, hablé mucho con ella y está de mi lado, le ofrecí la custodia compartida de la niña ya que por mis constantes viajes no podría tenerla conmigo y ella aceptó de inmediato, solo debo encontrar un buen abogado que me ayude a organizar todo.
-Será lo mejor para Helen- le respondo poniendo mi mano encima de la suya- eres un padre muy bueno, y algo que agradezco de todo lo de nosotros es que tú seas el padre de mi bebé, sé que si algo me pasara nuestro bebé quedará contigo en buenas manos.
-No digas eso, no dejaré que te pase nada malo, ni a ti ni a nuestro pequeño- ahora él toma mi mano y deja un suave beso. Por más que quiero ignorar el zoológico de emociones que siento dentro me es imposible no sonreírle como boba.
Cuando llegamos al departamento me recuesto en el sofá y pierdo la noción del tiempo, despierto por una caricia en la mejilla y su rico olor que me vuelve loca.
-Hola dormilona- dice bajito y sonrío de inmediato- creo que el embarazo te está pegando fuerte, llevas horas durmiendo.
-También creo lo mismo- ambos reímos y nos sentamos a comer, no recordaba que Nico cocinara tan bien.
-¿Me vas a contar lo de la terapia?- me pregunta curioso.
-Sí... solo que me da un poco de vergüenza pero creo que debo contartelo.
-Si sientes que no estás lista para contarmelo tranquila, lo entiendo y esperaré a que estés preparada- toma mi mano para darme su apoyo y sinceramente es lo más bonito que alguien podría hacer por mí. Me levanto y rodeo la mesa para abrazarlo, él me recibe de inmediato con sus brazos abiertos y ahí entendí que así es el amor. Puede que te haga daño pero al fin y al cabo te demuestra que es incondicional. Que todos cometen errores pero que algunas personas merecen una segunda oportunidad, aunque obviamente aún debe demostrarme muchas cosas.

6 meses después...

[...]
Lo siento por subirlo tan tarde pero me han mandado a sacar al perro . Esta tarde cuando llegue de la peluquería subo la última parte tirado a las ocho o más o menos.

La "niñera" ~Nico González ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora