La hija de Joe Goldberg y Love Quinn

Cap 15 - Maratón 6/10 -

AAAAAAAA *Se calma* Perdón por no haber actualizado. Mi mejor amiga y yo tuvimos un problema y la verdad que me afectó bastante. Pero acá va. Lo siento!!

Maratón 6/10

________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

Todo se volvió negro. Sentí como me arrastraban y en otro momento me ataban con ¿sogas? si, se sentía como eso.

¿En que me metí?

Desperté, vi todo muy borroso. Parecía un ¿sotano? Estaba oscuro. Pude ver como un hombre robusto entró y prendió las luces, traté de gritar, pateé el piso, etc.

El hombre tenía una máscara. No se...¿Cuantos años tendría? ¿65? ¿64? ¡NI IDEA!

- Hola Cristal. - Saludó como si me conociera agachandose mientras estrechaba mi mano, yo estaba atada ¿es un chiste? - Oh, lo siento. Desataré esto. - Dijo. Lo hizo.

- ¿Y bien? - Sacó una cuchilla de su bolsillo y la puso en mi cuello, me asusté y ya con manos libres pensaba en si hacer algún movimiento. - No, no lo hagas. -

¿Lees mentes?

- Yo solo estoy aquí, para hacerte un favor. Te ayudé en la investigación de tus padres pero...Solo lo hice para quitarles lo más preciado que tienen. Como ellos, bueeno, mejor dicho, tu padre me lo quitó. -

¿Este tipo quien era?

Comenzé a asustarme, más de lo normal. No me gusta estar en esta posición.

- Pero...te dejaré hacerme unas preguntas. - Guardó su cuchilla y se puso en cuclillas cerca mio, me sacó la cinta de la boca, cosa que dolió. Masajeé mi boca con indignación. - No grites. - Ordenó, no planeaba hacer nada estúpido.

- ¿Quien eres? - Pregunté con rapidez. - El padre de una de las victimas de tu padre. - Explicó. ¿Todo esto era culpa de Joe? El señor estaba dado vuelta con las manos en su espalda. Yo lo seguía analizando...Pero para mi mala suerte, no tenía ningun defecto.

- Quítate la mascara. - Ordené amenazante, me miró. - Como tu digas. - Se la quitó. Tenía hasta bigote. Pero estaba loco.

- Dios. - Exclamé con asco.

- Voy a matarte y lo sabes. -

- En algún momento, iba a morir. - Solté, él dio una pequeña carcajada. - Pero primero hay que preocupar a tus papis. Sino, ¿Que efecto tendría?

Te equivocaste, sinceramente. A ellos no les importo ni ellos a mi. Henry les importa.

Obviamente, no le dije lo que pensaba. - Te traeré el desayuno. - Subió las escaleras cerrando la puerta de forma tan milimetrica que no pude ver lo que había allí dentro, en la ¿casa? Ni idea.

[...]

Pasó un gran rato hasta que volvió, si tenía hambre. Accedí a comer.

Igual, no entiendo. O tal vez si....

Yo también me vengaría. - ¿Te quitó a tu hija? - Pregunté con tristeza. ¡AHORA TENGO QQUE PAGAR POR TU ERRORES IDIOTA!

- Y yo a la suya. - Suspiró. - En breve. -

Comí lo más rapido que pude. No creo que me mate. Si fuera inteligente, primero sacaría información y luego (en todo caso) lo haría. Si las circunstancias se dan, obvio.