Supplément 1

3.2K 201 7
                                    


Corvus y Cygnus Malfoy-Potter, 2 meses de edad.

Dos meses desde la llegada de los bebés y Draco sentía que no aguanta un día más sin dormir sus horas completas. No es que no le gustara tener a sus bebés en casa, sólo que a veces se le hacía muy cansado tener que ir al trabajo con unas pocas horas de sueño encima.

Harry, por otro lado, se sentía encantado con sus dos hijos. Él decía que no eran para nada molestosos -a comparación de sus cuatro hermanas que vio crecer-, decía que dormían bastante por las noches a pesar de ser unos casi recién nacidos. Draco lo negaba. Y para Harry era obvio, su novio no estaba acostumbrado a vivir con personas que necesitaban de tanta atención como sus pequeños.

Ahora, siendo las tres de la mañana, un Draco bastante adormilado caminaba de un lado a otro en la habitación de los mellizos tratando de hacer dormir a Cygnus. Era el más tranquilo de los dos, era un bebé bastante tranquilo al momento de bañarlo, cambiarle el pañal o incluso cuando tomaba su biberón. Siempre se mantenía quieto tratando de no molestar a sus padres. Al contrario de Corvus, quien siempre abría sus pequeñas manos para tomar en ellas las narices de Draco y Harry, o moviendo sus piernitas, lanzando gritos furiosos cada vez que no le hacían caso y estaba necesitado de atención.

— Vamos, bebé. Tienes que dormir y yo también, mañana hay trabajo —susurró el platinado, mirando a su hijo que estaba más despierto que nunca.

Rodó los ojos cuando Cygnus sonrió. Sabía que no se dormiría pronto. Rendido, camino a la habitación que compartía con su novio, dormía hecho una bolita a un lado de la cama, envuelto en varias sábanas, justo como a él le gustaba.

— Hannie, Hannie —lo llamó—. Bebé, despierta.

El azabache abrió los ojos, parpadeando varias veces. Hizo puños sus manos y los restregó en sus ojos. Se sentó en la cama y entendió los brazos para tomar al bebé.

— Sostenlo un rato, iré a prepararle algo de leche.

— Si, ve — dijo simplemente.

Estaba muerto de sueño, tenía miedo de dormirse y hacer que el bebé cayera. Así que prendió la lámpara, acomodó unas cuantas almohadas y acostó al bebé ahí. Éste hizo un pequeño puchero al dejar de sentir el calor de su padre. Pronto comenzó con leves quejidos saliendo de sus pequeños labios.

— Sshh, tranquilo, cariño. Papi ésta aquí — tranquilizó Harry.

Puso una mano sobre el estómago de su bebé para que lo sintiera, Cygnus dejó de quejarse y se ocupó en tratar de coordinar sus movimientos para atrapar la mano del azabache.

— Volví — dijo Draco, agitando el biberón con apenas una onza de fórmula.

Le tendió el objeto a Harry y lo tomó. Agarró una almohada, poniéndola en la cabeza del niño, una vez listo, guio el biberón a su boca y él comenzó a succionar.

Unos segundos después, el pequeño Cygnus comenzaba a poner los ojos en blanco de sueño. Cada vez que se le cerraban los volvía abrir, no se quería dar por vencido y caer dormido.

Harry y Draco reían silenciosamente al ver la cara de su hijo tratando de no rendirse. El más bajo puso un dedo en sus labios, indicando a Draco que guardara silencio, pues el bebé ya se encontraba dormido. Agarró con demasiado cuidado y delicadeza el bebé, situando su cabecita en su hombro, para sacarle el poco aire que tenía dentro después de haber ingerido la leche.

Dio leves palmadas en la espalda del pequeño hasta hacerlo eructar sonoramente.

— Ew —dijo Harry—, eso lo heredó de ti.

— No voy a negarlo, me siento orgulloso —bromeó.

Se acercó a Harry, agarrando a Cygnus para llevarlo a su cuna, no sin antes dejar un beso en la frente del ojiesmeralda.

Recostó a Cygnus en la cuna. Lo arropó y acarició su frente antes de salir y volver con Harry.

Al volver, el reloj marcaba cerca de las 4 am. Harry estaba recostado nuevamente de un lado, esperando que Draco se acostara y lo abrazara por detrás. Alzó las sábanas, se acomodó debajo de ellas y abrazó a Harry, besando su delicado hombro.

— Buenas noches, cariño.

— ¿Noches? Son casi las cuatro — se burló Harry.

— Buenas madrugadas, entonces — bromeó.

Apegó su cuerpo más al de Harry, sintiendo el dulce olor que su cabello desprendía. Cerró los ojos y...

— Mi turno —dijo Harry, parándose.

Corvus había decidido despertar.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

Aquí los extras de: Babies for Harry.

Créditos a la/el autora/or orginiral louiskt

<3

Babies for Harry's [Extra] ﷼DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora