Capítulo 2

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Al momento de llegar al salón, tocó la puerta de este en espera de que la abriera y así lo hicieron. Dejando a la vista al profesor, el cual levanto una de sus cejas y le dirigió una mirada interrogativa.

Hinata, desvió la mirada sin decir palabra alguna. El profesor exhaló dejándole pasar al salón, para continuar con la clase que pronto acabaría. Lo sabía cuándo el joven rubio junto a ella negó con la cabeza, mientras le pasaba sus apuntes.

Aun así, no podía concentrarse, cuando el toque en su cuerpo aun podía sentirlo. Se removió en su lugar, garabateó sobre su cuaderno con la mirada perdida, mientras recordaba cada una de las palabras que decía cuando estaban juntas.

Porque parecía que de verdad le gustaba, y no era como habían decidido ese día. Siempre se forzaba para no avergonzarse a sí misma cuando estaba junto a ella, y Hinata sabía que era celosa, pero tampoco le molestaba.

Le gustaba sentirse querida ¡Vamos! Solo ocurría cuando otros chicos se acercaban a ella con claras intenciones que solo podía entenderlas cuando el rostro de Sakura fruncía el ceño, y la abrazaba como la buena amiga que era a la vista de los demás.

Y realmente no estaba en contra, después de todo siempre habían sido amigas. Ignorando el hecho romántico que Hinata empezó a sentir por ella, la amistad era lo primero.

...

Recostada al gran árbol de cerezo, que cubría el patio trasero de la facultad de psicología, se encontraba Hinata. Esta se hallaba concentrado en su libro, debido a que en la hora siguiente tendría un examen. Necesitaba sacar la mejor calificación, para continuar con su beca, pero, la luz proyectada por el sol fue interrumpida por una sombra.

La chica alzó su mirada, encontrándose con la amable sonrisa de su mejor amiga, Sakura, quien extendía hacia ella una bebida fría por la que agradeció con la mirada.

—Hola, Hina-chan —dijo mientras quedaba a la altura de la mencionada.

Hinata sonrió como respuesta, mientras palmeaba en su lugar para que tomara asiento, cosa que Sakura hizo recostándose de igual manera al árbol. Cruzo sus brazos y cerró sus ojos, sin dejar de bostezar. Hinata, le gustaba la presencia de su amiga, era bastante extrovertida y no temía decir lo que no le gustaba, y era por ello por lo que llamó su atención, incluso la veía de lejos, aun así, fue amable para que conociera los alrededores, además de presentarle a sus amigos.

Pero, Hinata también conocía aquella faceta de Sakura, cuando sabía que venía a pedirle algo. Mentalmente, Hinata esperaba que no fuera dinero. Después de todo, conocía las apuestas mal hechas con la profesora de medicina de la mayor, incluso al rubio amigo que tenían en común, ambos jugaban demás, porque a ninguno le gustaba perder.

Luego de unos minutos de silencio por parte de ambas, Hinata decidió hablar.

—¿Sakura-san necesita algo?

Sakura abrió con mucho pesar uno de sus ojos, pero, no respondió. Solo la observó.

—Creo que puedo ser de ayuda... o no sé.

—Hina-chan siempre es de ayuda —respondió la pelirosa, sin dejar de mirarla con sus verdosos ojos, tan intensamente—. Eso debe saberlo.

Hinata asintió y sonrió, acariciando el cabello de Sakura. Claro, también había aprendido a darse una oportunidad con los demás y dejar, quizás un poco atrás la timidez con la que creció. Quería ayudarla, como Sakura siempre lo hacia con ella.

—Te quiero mucho, Hina-chan —dijo la de cabellos fantasioso, y jalaba el cuerpo de la menor hacia abajo, dejándola caer sobre ella. Abrazándola tan fuerte que la hizo reír—, ¿Cómo puedes ser tan tierna y buena? ¡El mundo no te merece!

—No exageres.

—Está bien, está bien, no me creas.

—Te creo, Sakura-san también es genial y linda —respondió sintiendo su rostro calentarse. Se sentía un poco tonta por su nerviosismo, levantó la mirada y observó el brillo peculiar en sus ojos, mucho más encantadores.

—Te resultará más extraño de lo que sonó en mi mente, pero te tengo una propuesta —se acercó lentamente a su rostro logrando que los nervios de Hinata lograran hacer estrago con su corazón. Sakura sonrió, haciéndola sonrojar.

—¿Y cuál- cuál es esa propuesta? —ocultó su rostro en el pecho de su amiga, arrepintiéndose a los segundos por la suavidad de estas.

—Quiero que nuestra amistad tenga un nuevo nivel.

—¿A qué te refieres?

Hinata al no tener respuesta de parte de Sakura, iba a volver a preguntar, pero, sus labios fueron obstruidos por los delgados de la otra.

—Me refiero a esto... quiero que nuestra amistad tengo algo más. Sé que suena loco, pero me atraes mucho. Está bien si no estás de acuerdo y si te sientes incomoda ¡Dioss! ¡Lo siento Hina-chan! —Sakura cubrió su rostro, mientras Hinata se sentaba a su lado, notando como su rostro y el de su amiga se sonrojaba. Hinata no pudo evitar enternecerse—. Quería lucir genial.

—Sakura-san siempre luce genial... entonces... Te refieres a tener... ¿sexo? —Sakura asintió abriendo una abertura entre sus dedos para observarla, sus orejas parecían mucho más rojas—. Yo... lo pensaré. ¿Está bien?

—Con que lo pienses ya es mucho para mí —se levantó del suelo y sin previo aviso dejo un casto beso en los labios de la pelimorada.

...

Sakura es mala, pensó Hinata, dejando caer su rostro entre las páginas de su cuaderno.

Hinata sé conocía demasiado bien, hubiera o no hecho aquella propuesta, si Sakura terminaba besándola le iba a corresponder, porque le gustaba. Desde su amistad inició la atracción hacia la mayor había estado presente, así que estaba segura de que no se negaría.

No era la mejor manera de permanecer con tu crush, pero era mejor que solo hablarle. Había más beneficios.

Aun cuando su mirada se encontraba en el pizarrón virtual, no podía evitar insultar sanamente a su querida Sakura. Odiaba sentirse de aquella manera.

Tener en mente los momentos que pasan juntas y que algunos de esos terminen en un lugar distinto de su departamento. Hinata, sabía lo que ocurría en su mente, pero, no lo quería admitir. No en ese momento. No cuando sabía que ella terminaría más perjudicada.

Entre las dos; SakuHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora