Capitulo único.

1K 95 33
                                    

El sonido del reloj era un tanto molesto, el ruido que producían las manecillas ponía nervioso a Monoma.

La clase estaba a punto de terminar, solo faltaban un par de minutos y a pesar de eso los segundos parecían ser una eternidad. El chico movía su lápiz en sus manos, mordía su labio y sudaba frío. Ninguno de sus compañeros se había dado cuenta, y el chico agradecía eso, ya que la razón de estas actitudes es que tenía que ir con urgencia al sanitario. ¿Por qué no preguntó si ponía ir? Simple, el chico había tenido un mal comportamiento en la clase y claramente el profesor decidió ignorar todo lo que decía el chico el resto de su horario.

—Maldita sea...—Susurró. Jamás había deseado que una clase se acabara rápido, y menos una en la que explican las leyes que aplican ser un héroe. Pero esta vez era urgente. El mismo se maldecía por haber abierto la boca en medio de la clase cuando uno de los alumnos de la clase contraria entró, solo para gritar repetidas veces que la clase 1B era superior a la clase 1A.—

El sonido de una campana despertó todos los sentidos de Monoma; mientras todos sus compañeros alzaban sus útiles tranquilamente el salió corriendo de su asiento y posteriormente del aula.

—Dios, si me escuchas, por favor has que no salga nada de mi cuerpo. —Dijo para sí mismo. El rubio caminaba rápido, su mirada se enfocaba en ese largo pasillo lleno de gente dirigiéndose a la cafetería. Ni si quiera se detuvo a burlarse de Kaminari, que en ese momento se encontraba en el piso.—¡Ouch!

—Lo lamento. —Dijo una chica, al parecer habían chocado los hombros. A Monoma no le intereso ni un poco y siguió su camino.—

El pasillo realmente no era tan largo, solo que a Monoma empezaba a hacérsele infinito, puesto a que su caminata empezaba a hacerse más lenta para evitar situaciones incómodas.

[...]

El rubio estaba terminando de hacer sus necesidades cuando de pronto vio un hilo rojo atado a su dedo meñique. Confundido trato de quitárselo, pensando que era una broma de mal gusto de alguno de sus compañeros. En ese inútil intento el chico se dio cuenta de dos cosas, la primera era que el era incapaz de tocar el hilo, y la segunda, su quirk estaba activado.

Monoma

Rápidamente subí mi pantalón y me dirigí al lavabo de los baños. Tome un poco de jabón y empecé a limpiarme con delicadeza mis manos; en especial mi dedo meñique en el cual en ese momento estaba amarrado un hilo de un tono rojizo.

—¿Se supone que esto es un quirk? Probablemente por las prisas termine activado el mío y copiando el don de alguien.

La curiosidad me carcomía. ¿Un don así de inútil era capaz de existir? ¿Para que serviría? ¿De quien era este quirk? Mientras mas pensaba en el hilo, más preguntas llegaban a mi cabeza.

—Seguramente es de algún chico de las clases generales, un poder como este no sería capaz de estar en la clase de heroísmo.

—¿Un quirk como cuál Monoma?

—¿Uh?—Rápidamente voltee, era Izuku, el chico de pelo alborotado color verde. El chico más raro de la clase 1A a mi parecer.—

—Oh, ah...—El chico empezó a hacer movimientos extraños, solo hice una mueca mientras él seguía tartamudeando.—Perdón, no quería entrometerme...

The red thread || Monoshin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora