Pureza

Capítulo 2- Alicia

— "Only if you know how much i liked you" —Una voz femenina cantaba desde la ventana, podía alcanzar a verla frente al cristal.                                                                                                                                  Sin indicaciones, sin guías, me encontraba frente a la casa de mi humana. Debía ser ella. 

— Alicia... — detras suyo, hable conmigo mismo. Sin temer que me oyera puesto que los humanos no pueden vernos ni oírnos, sin tener en cuenta una excepción que ocurrió hace mucho tiempo de la que me habló la señora que me llevo a la puerta.

— ¡Que cojones!— La chica se volteó hacia mi y quedo petrificada al verme.

— ¿Puedes verme? — me asombré realmente, ahora entendía ciertas normas del NABCNATA, el cual había hojeado mientras caminaba por la casa.

— ...— hacia caso omiso a mi pregunta, estaba totalmente embobada mientras me miraba, como si no pudiera creer lo que pasaba. Me acerque lentamente y hizo una expresión como de haber despertado de un trance o sueño— Disculpa, estaba pensando en alguien— bajó su cabeza y miró nostálgica a las tablas de madera sobre las que estaba.

— ¿Cómo es que puedes verme?— una sonrisa de lado se dibujo en mis labios y cogí sus mejillas entre las palmas de mis manos, con suma delicadeza.

— Espera, ¿quién coño eres? ¿Cómo has entrado?— se apartó y me lanzó una mirada desconfiada mientras se abrazaba, con los ojos bien abiertos y unas pupilas muy dilatadas.

— En teoría no deberías verme— sonreí divertido. Al ver que solo adaptaba posturas desconfiadas, dejé el humor a un lado— Me llamo Vladimir Robinson, soy tu ángel— le di la mano alegre.

— ¿Mi angel?— mofó— A ver que tan "angel" eres cuando follas, porque prefiero a los diablos— me sonrió picara y tomé un color carmesí en mis mejillas ante eso.

—Eso es... inadecuado— dirigí mis ojos a la ventana tratando de evitar el contacto visual.

—Oh por favor— rodó sus ojos— ¿me piensas decir quien eres y qué haces en mi casa? Estoy siendo suficientemente buena, aún no he llamado a la policia por allanamiento— apreté mis labios hasta formar una línea.

—Soy tu angel, me lllamo Vladimir Robinson y estoy encargado de ayudarte y protegerte— traté de ser paciente con ella, pero claramente transmitía cada vez más desconfianza.

—Si me quieres proteger de algo, protégeme de quedar embarazada— sonrió triunfante— Y voy a llamar a la policía. Última oportunidad Robin— se acercó a mis labios lo suficiente como para sentir su respiración, por alguna razón mis latidos se estaban acelerando.

—Te estoy diciendo que soy tu ángel, ¿necesitas que te lo demuestre?— me miró interrogate y asintió. Rapidamente su expresión cambió, ahora estaba sonriente y a punto de echarse a reir.

—Esto será divertido Robin— se sentó en su escritorio y se cruzó de piernas, mirándome expectante — ¿Y bien?— apoyó sus codos en sus muslos mientras con sus manos sostenía su cabeza, manteniendo sus ojos fijos en mi.

—Está bien, usaré mi forma sobrenatural. No te asustes— me alejé unos pasos hacia atrás y observé como una pequeña carcajada se le escapaba. Dudé en mostrarme, pero finalmente mis laterales fueron extendidos, varios metros de plumas se encontraban delante de ella y su expresión cambió radicalmente a una de miedo y asombro. Todo empeoró cuando las aleteaba y mis pies dejaron de tocar el suelo.