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Rusia - Bottom.
Canadá - Top.
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Los Countrys han perdido sus puestos como representantes, teniendo que adaptarse a la vida como humanos. Canadá, nuestro protagonista, cree que ha olvidado por completo su amor del p...
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"Dejar atrás".
Con la llegada del otoño, las hojas de los árboles comenzaban a caer y adornar las calles de Marsella. Los tonos anaranjados y cafés de la vegetación, daban una exelente vista en uno de los tantos parques de la ciudad.
Era una de las estaciones favoritas de muchos, en especial porque en ese sitio en específico, la temperatura se sentía excelente. No hacía frío ni calor, algo de lo cual muchos eran fanáticos. Era la calma luego de haber atravesado un verano caluroso, además de prepararte para la helada que venía con el pronto invierno.
Canadá, un hombre con una gran fanatismo a ese tipo de imágenes, se encontraba entusiasmado, disfrutando hasta de los pequeños detalles. El crujir de las hojas al ser pisadas por sus zapatos negros, lo hacía sonreír como a un niño pequeño. Y aunque quisiera continuar disfrutando del precioso panorama, necesitaba llegar al gran edificio de a unas cuantas cuadras, dónde se llevaría a cabo una de las reuniones mensuales de Representantes, siendo dirigida por la ONU.
Estaba acostumbrado a esa rutina, no obstante, aún se le dificultaba afrontar lo que implicaba presentarse en el enorme edificio.
Tras una larga caminata, finalmente llegó, ingresando en el elevador y saliendo en uno de los pisos intermedios. A pasos calmados se dirigió a la gran sala de juntas, un lugar lo suficientemente amplio para que todas las representaciones de países pudieran caber. El lugar no se encontraba solo, después de todo habían muchos que decidían llegar bastante más temprano. En la zona del continente americano, ya se encontraban varias naciones hablando entre si de forma amena. Con una sonrisa en el rostro se acercó, acabando sentado en medio de un hombre tricolor con un escudo de águila en el centro, México. Quien parecía discutir con la otra persona a su costado, un tricolor con rayas rojas y varias estrellas, Estados unidos, quien podría considerarse su "hermano".
Estar en medio de esos dos, daría como resultado a que la junta se sintiera menos aburrida, ese par no paraba nunca de discutir y le sacaba varias carcajadas.
—Y yo que pensaba que ya no ibas a llegar — comentó el Mexicano, regalando una de las sonrisas divertidas que siempre estaban dibujadas en su rostro.
—Es bastante temprano — contestó con simpleza, aunque sonriendo levemente.
—No, brother. — el americano se metió en la conversación —. Por fin estoy logrando que la bola de impuntuales llegue temprano, que por cierto, esos diez minutos de retraso no se los voy a perdonar, así que sé más responsable, please.
—De acuerdo.
Un rato más tarde, el lugar comenzaba a llenarse de a poco. Toda América ya estaba en la sección que les correspondía, sacando los documentos que fueran a necesitar, pero más que nada, hablando entre ellos en voz alta. En cualquier momento podía llegar la organización para dar inicio a la reunión, pero no parecían darle mucho interés a su bullicio.
