Capítulo 3

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Aprieto los ojos, trato de respirar pero me resulta casi imposible, yo sé que puedo, lo haré. Me sujeto bien y apoyo con dificultad nuevamente mis extremidades en la vía, trepo hasta llegar a un punto donde logro observar el carro con pasajeros. La gente no para de llorar, veo los nervios en sus ojos. Me levanto y me  coloco atrás de estos, me ven con alegría, los empujo y me lanzo al vehículo, caemos y la lluvia nos moja, es extraordinariamente genial, logramos salir a salvo, el carro de la montaña rusa se detiene donde lo debe de hacer e increíble y extraordinariamente caen dos rayos justamente donde estaban atascadas las personas. Si no hubiese hecho lo que hice probablemente las personas estuvieran sin vida.

Cuando me levanto y salgo del juego mecánico escucho gritos y aplausos de la multitud, me siento orgulloso, aunque lo único que digo es "gracias, no fue nada" ya que me gusta ser modesto.

—Joven, gracias de verdad ¿Cómo te lo puedo agradecer? — Dice el dueño del parque

—De ninguna manera — Digo — Fue un pequeño favor

—Algún día se te devolverá. Vas a ver — Contesta

—Elyar, no nos subimos a ningún juego pero ya está cayendo la noche, creo que luego venimos, vámonos — Expresa, Zac

—Perfecto — Digo — Hasta luego — Me despido del hombre

—Adiós, recuerda que soy Vittorio Grace, para cuando necesites algo Elyar — Añade Vittorio

Vamos a la salida, donde está el chofer esperándonos, compro un Mr. Sugar, que es una bebida enlatada de cola, a la entrada y subo al auto. Una vez arriba bajo los cristales y veo el exterior, la bella ciudad de Dubland, mi nuevo hogar, aquí hay de todo, lástima que puede que solo dure poco, ya que si es verdad que voy a la guerra gracias al laberinto, si es que estuve, moriré ahí, no hay duda.

—Elyar, ¿Por qué lo hiciste? — Pregunta Zac

—No lo sé amigo, solo sentí que era mi deber, algo en mi dijo que lo tenía que hacer, siento que he hecho cosas peores, siento que he arriesgado mi vida de una peor manera

—Pues sí, todo lo que... — Dice sin terminar la frase

—¿Si todo lo que qué? — Interrogo viendo su cara pálida y sus dedos de una mano rascando los nudillos de otra — ¡Dime!

—Olvídalo

—¡No!

—Si todo lo que, lo que, acabas de vivir en esa montaña rusa — Responde confundido y pasando tragos de saliva — Eso

¿Estuve en el laberinto o no? Esta duda hace que me palpite la sien y comience a desesperarme, ¿Por qué no me dicen?, estoy seguro de que entré, todo es obvio, muy obvio, llegando a mi madre le sacaré la verdad.

El auto se detiene enfrente de nuestros hogares, mi amigo y yo bajamos del transporte y nos dirigimos cada quién a nuestra casa. Al llegar a la mía veo a mi madre que está cocinando, se voltea y me ve

—¿Cómo te fue hijo? — Pregunta, mientras la veo frunciendo el ceño durante unos segundos — ¿por qué razón me miras con esa cara?

—Madre ¡No lo niegues! ¡Estuve en el laberinto! Y por derecho exijo que me digas exactamente ¿Qué fue lo que sucedió ahí dentro y por qué me lo ocultan?

—Hijo lo siento, no puedo, pero pronto D05 vendrá y te lo contará

—¿D05? ¿Quién es esa persona?

—No te lo puedo explicar, ya que si lo hago te daría la respuesta de la pregunta que me planteaste anteriormente y estaríamos en problemas, es por el bien de todos

Vuelvo a mirarla frunciendo el ceño, creo que no miente pero no estoy de acuerdo en no saber lo que pasa, irónicamente me voy a mi habitación y doy un fuerte cerrón a la puerta. Mi cuarto tiene una ventana que está a varios metros al lado de la ventana del cuarto de Zac que está en su casa, lo logro ver, se me ocurre hablarle pero noto que ve televisión, entrecierro los ojos para observar mejor y veo lo que soñé, logro ver con dificultad una torre demasiado alta, donde solo se ven nubes alrededor, están tres personas, una discute con otra, luego salta el primero, los que quedan discuten y se lanza uno más, solo queda una persona arriba, camina de un lado a otro, es mujer, lo noto porque se agarra su largo cabello, se tira al suelo, al llevarse a cabo unos segundos se levanta y salta, Zac voltea de repente e inmediatamente apaga el televisor.

—¿Qué rayos crees que haces? —Pregunta a gritos  desde su hogar — ¡No tienes derecho a espiarme ni a ver nada de lo que haga sin mi autorización! — Cierra la ventana, sin darme oportunidad de decir una palabra.

Tomo el control de la televisión y la enciendo, está el noticiero de Maro, un reportero está en un lugar donde detrás de él se ve mucho humo

—La guerra aumenta, más países se entrometen y esto causa un gran daño económico y social a todo el mundo, asesinatos a sangre fría se desatan cada segundo que transcurre. Hasta el momento se han lanzado dos bombas atómicas que dejaron radiación al norte del país, según varios políticos y gente que opina dice que probablemente se desate la cuarta guerra mundial gracias a esta guerra, se han reportado aproximadamente un saldo de cuarenta y nueve mil menores de diez años gravemente heridos al sur del país, familias humildes tratan de escapar en botes y canoas, los duquines y gente poderosa viaja sin problema en aeronaves. A continuación diremos los países enlazados a la guerra.

Cambio a un canal para chicos, me aterra ver eso, me aterra pensar que probablemente pronto esté ahí. Por unos minutos veo el programa que están trasmitiendo, pero la curiosidad me gana y vuelvo a las noticias.

—Cerapul Acca la gobernante de Maro ha decidido mandar soldados a luchar de parte de Libasa quién es el país víctima ya que Santitzae trata de apoderarse de esta, por medio de la siguente entrevista se confirmó — Explica el reportero, antes de que aparezca Cerapul dando la entrevista

—Gente de Maro, por medio de este mensaje me dirijo a ustedes, para avisarles de la manera más prudente posible lo que pasa entre los países en guerra Libasa y Santitzae, pero antes de dar el mensaje, les pido con la mayor solidaridad que puedo ofrecer, que el país víctima necesita de nosotros, de nuestros avances en cuanto a armas y soldados. Les informamos que en el centro de cada ciudad o comarca desde este momento, hay inscripciones para quien quiera ayudar, los inscritos serán sometidos a unas pruebas donde demostrarán sus habilidades físicas y mentales, ahí habrá jueces quienes decidirán si entran a pelear o no, los que queden aprobados, serán enviados al reformatorio de Grabril donde los entrenarán mejor, para poder de esta manera fortalecer sus habilidades y tres días después transportarlos a Libasa; por otro lado, los funcionarios de gobierno, otro personal y yo hemos revisado expedientes de las personas más sobresalientes en cuanto a desafíos, peleas, fuerza, armas y posibilidad de sobrevivencia de todo Maro, ellos también se someterán a pruebas, pero solo de entrenamiento, ya que lamentablemente serán forzados a ir a luchar a la guerra, llevamos observando hasta ahora los expedientes del sesenta y cinco por ciento de hombres y mujeres de quince a treinta y cinco años de edad, que por recomendaciones nos han dicho que puede que sean extraordinariamente buenos para luchar, pero solamente un veintiocho por ciento de ellos han sido elegidos, ya que según lo que han hecho han demostrado ser personas con habilidades y extremadamente Audaces, preparados para ser Bélicos.

‹‹Audaces›› — Se me viene de inmediato a la mente, siento que he escuchado esa palabra cientos de veces, siento que soy audaz y siento que Cerapul Acca me enviará a la guerra junto con mi amigo Zac a luchar en contra de Santitzae, tengo que evitarlo.


Bélico (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora