Capitulo 1

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Leyna

Me puse mis chanclas, me pare y salí al patio.

El patio siempre me ha resultado un lugar entretenido y encantador. Puedes observar la luna, las nubes, murciélagos, mariposas y un gigante árbol que está al lado de esta casa.

Puse mis audífonos de color blanco, agarre mi celular y puse mi canción favorita.
Cerré los ojos y dejé que el viento hiciera lo que quisiera con mi pelo.
Era relajante.

Sonreí.

Adam

- ¿Vas a salir de nuevo? Pareces un maldito gato, siempre sales de casa en las noches. - Dijo Esteban.

Rodee los ojos. - Ese no es tu problema. Además, soy un vampiro, puedo salir a volar o a mirar personas las veces que quiera.

- No, o sea, lo primero sí, lo segundo no.

- ¿Por qué lo segundo no? - Arquee una ceja.

- Porque eso da para demandar.

Sonreí. - ¿Debo recordarte que eres un acosador?

Comenzó a toser. - No es cierto.

- Bueno, me da igual si lo eres o no lo eres..
Me voy ya, adiós. - Me despedí con la mano.

Leyna

A esta hora siempre salen los murciélagos.

Para ser sincera les tengo un poco de miedo, aún así me gustan.

Ya vino el primero.

Comenzó a dar vueltas por todo el lugar, eso hacia que me entrara un poco de miedo.

Tragué saliva.

«¿Por qué no deja de dar vueltas?»
Pensé.

Las luces se fueron.

Mierda.. No compré luz.

Suspiré.

Gracias a algunas luces que se podían ver afuera logré ver por donde andaba.
Sentía que alguien me seguía, me estaba comenzando a asustar.

La verdad es que siempre siento que me siguen, y bueno, siempre me asusto.

Tragué saliva y comencé a caminar más rápido. Agarre mi celular y prendí la linterna.

No me equivoqué.

Sí había alguien.

- ¿Qui-Quie-Qu.. - Tragué saliva.
No hablo bien cuando hablo con una persona, los nervios me consumen, siento que diré algo malo o algo que los enfadé.

- Perdón, quiero agua. - Fueron las únicas palabras que necesitaba para tener un paro cardíaco.

No estoy bromeando, sentía como caía al suelo.

Adam

¿Qué mierda? ¿Se acaba de desmayar solo porque un chico guapo entro a su casa? Puf, de seguro se desmayo al ver mi belleza, creyó que yo era irreal y le dió un patatus.. Todo esto es mi culpa, ¿por qué demonios soy tan hermoso?

Suspiré y agarre los hombros de la chica.

Comencé a sacudirla hacia bajo y hacia arriba.

- Despierta. - Seguía haciendo lo mismo, pero ella no despertaba.

«¿Si le doy un beso de amor va a despertar»
No paraba de pensar eso.

«¿Qué hago? No puedo ir besando a cualquier mujer que veo, nadie merece besarme.»

De verdad.. ¿Qué hago?

Suspiré.

Hola chico vampiro. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora