Hola chico vampiro.

Capitulo 3

Adam

Volví a aquel patio. No, no tiene nada de especial, aunque... Nah, bromeo. Tiene todo de especial. Tiene un árbol con mucha fruta, no solo eso, todo se ve bastante bonito desde ahí, además, la casa de la chica edrt tiene una agua tan buena.. O sea, sabe a agua, pero agua agua, hay algunas aguas que saben a alcantarilla o a rata.

«Mierda»
Pensé, al ver que la chica edrt estaba afuera.

Me miró.

No, no va a saber que soy el chico lindo que estuvo ayer en su casa pero... Esto es preocupante.

Me acerque más a ella para espantarla.

¿Por qué no se entra?

Suspiré.

- Hola. - Ladeó su cabeza. - ¿Vas a comer mis ojos? - Sonrió.

Tan rara.

Suspiró. - ¿Por qué te quedas ahí? ¿Quieres escuchar mi triste historia?

No, no quiero.

- ¡Te la contaré! - Parecía animada.
La primera vez que la ví parecía desanimada, aunque bueno, ni siquiera la ví bien porque se desmayo. - Cuando tenía 4 o 5 años comencé a leer. Cuando tenía 6 años mis padres se separaron. Cuando tenía 10 años mi madre consiguió un trabajo y apartir de ahora siempre estoy sola. - Sonrió. - ¿Sabes? Creo que es mejor estar sola que estar con mi mamá. - Se recostó en el muro.

Eso es aburrido.

- Murciélago, ¿te puedo poner un nombre? - Arqueo una ceja.

No, ya tengo uno.

- ¿Conoces los vampiros? ¿crees que sean reales? Ayer conocí un chico que parecía uno, pero eso no es lo importante..
Te llamaré.. Chico vampiro. - Sonrió.

Soy uno, pero bien.

- Lo extraño que eres me recuerda a la persona que conocí ayer, solo que tú sí te ves lindo.

Yo siempre me veo lindo.

Decidí irme de ahí, me sentía indignado.

Note como su rostro cambiaba de uno emocionado a uno deprimido. Normalmente.. Normalmente me da igual esto pero...

¿Por qué no seguir escuchando sus historias?

Baje de nuevo.

- Estás de nuevo. - Sonrió.

No, este es mi clon.

- Eres muy lindo, me gustan los murciélagos. - Se recostó en el muro.

A mí me gusta que me dejen en paz pero está bien.

Suspiró.

Cerró sus ojos.

- Si me quedo dormida me despiertas, ¿bien? - Sonrió de nuevo y se acomodo mejor.

¿Qué? ¿Me vió cara de despertador?

Esta tipa..

Leyna

Sentí una mano fría en mi brazo..

- Despierta, chica edrt.

¿Despertar? ¿Reaccionar? ¿Qué es eso? ¿Se come?

- D-e-s-p-i-e-r-t-a - lo deletreó.

Sentía el corazón a mil.

- No te haré daño ni te voy a pedir agua.. Tú pediste que te despertara como la alarma que soy.

¡¿?!
Mis ojos se abrieron más de lo normal. - ¡¿ERAS ESE MURCIÉLAGO?! - Arquee una ceja.

- Buenos días edrt, pensaba que nunca de...

- ¡¿QUÉ HACES EN MI CASA?! - Fruncí el ceño.

Adam

Pensaba que era un conejo que solo se desmayaba al ver un sexy vampiro

Pero termino siendo un león, ve carne rica y ataca.

Pero no soy humano...

Pero al león le gusta la carne que sea, ¿no?

¿O cuento cómo humano?

Leyna

- ¡TE ESTOY HABLANDO! - Golpee su cabeza.

Adam

Golpeó mi cabeza

Leyna

- ¡Habla ahora! - me cruce de brazos.

- Estoy agarrando señal. - Puso una mano en su cabeza.

- ¿Señal de qué? ¿Aparte de ser un.. ¡Lo que seas! Eres un robot? - Arquee una ceja.

Sonrió.
Eso definitivamente no es una sonrisa amable. - No soy un robot, tampoco soy lo que soy, o sea, sí lo soy, pero no soy lo que tú crees que soy.

Puse una cara de confusión.

- Agh, como sea.. Si fuera un robot, fantasma un teibolero o lo que sea no te importa. ¿Entiendes? N-o t-e i-m-p-o-o-t-a. - Lo deletreó.. Mal.

- Te saltaste una letra

- Eso no es verdad.

- Cree lo que quieras. - Suspiré.

Adam

¿Ya no se va a desmayar?

- ¿No te vas a desmayar? - Arquee una ceja.

- No das miedo.

- ¿Ah, no? ¿Entonces que doy?

- Estrés.

Rodee los ojos. - Nunca más te vuelvo hacer un favor.

- Puedes irte entonces. - Frunció el ceño.

- Ja, que rarita.

- El único raro eres tú.

- ¿Por qué lo sería? No soy raro, soy perfecto.

- Raro también.
¿Quién demonios se convierte en Murciélago y tiene ojos rojos? - Arqueo una ceja.

- Pues yo, mis amigos, mi famil..

- Todos son unos raros.. Solo vete de aquí. - Frunció el ceño.

Encogí mis hombros. - Si eso es lo que quieres. Pero debes darme algo a cambió.