𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍 ፧ 𝐌 - 𝐏 𝐑 𝐄 𝐆.
𝐇 𝐈 𝐒 𝐓 𝐎 𝐑 𝐈 𝐀 𝐅 𝐈 𝐍 𝐀 𝐋 𝐈 𝐙 𝐀 𝐃 𝐀.
La familia Jeon siempre siendo la más ejemplar de momento, pero nadie sabía que detrás de todo aquello existían múltiples secretos que acabarían con aquella...
El rubio entró a la habitación de Jungkook luego de despertar a SooBin, camino cuidadosamente hasta quedar a un lado de la cama viendo al pelinegro dormir tranquilamente.
Sonrió al ver lo tierno que se veía Jungkook al dormir y sin más movió el cuerpo del pelinegro para despertarlo.
— Jungkook... Es hora de levantarse... — Murmuro el rubio.
El pelinegro se removió un poco cubriendo su rostro con la sabana causando que el rubio riera ante la acción del pelinegro.
— Cinco minutos más... — Dijo roncamente el mayor.
— Kookie, debes levantarte a menos que quieras que tus padres me regañen por no hacer lo que me pidieron... — Comentó Jimin.
Jungkook soltó un suspiro quitando la sabana de su rostro y así finalmente ver al rubio.
— Buenos días nene — Saludo mientras bostezaba.
— Buenos días a ti también Kookie... Lamento no dejarte dormir pero la culpa es de tu madre — Dijo sonriendo.
— Ni mi propia madre me deja dormir a gusto luego de un largo viaje — Comentó sentándose en la cama.
— La triste realidad, así que levántate que el desayuno esta listo... Te he preparado tu desayuno favorito
Jungkook sonrió colocando sus manos alrededor de la cintura de Jimin.
— Pero si mi desayuno favorito lo disfrute anoche aunque no me molestaría repetirlo...
El rubio abrió sus ojitos golpeando el pecho del pelinegro totalmente sonrojado.
— Eres un tonto... — Se quejó el rubio escuchando la risa de Jungkook.
— Es broma amor, en unos minutos bajo, pero antes tengo que darte algo...
El rubio fruncio el ceño viendo al pelinegro levantarse y buscar entre sus cosas algo. Jungkook por su parte tomó una pequeña cajita color roja para luego volver al rubio y entregársela.
— ¿Qué es esto? — Pregunto confuso Jimin.
— Abrela y lo sabrás nene...
El rubio miro unos segundo al pelinegro para luego posar su vista en la pequeña cajita y así abrirla soltando un chillido asombrado ante el contenido de esta.
— Dios mío Jungkook... Y-yo no puedo aceptar esto... — Dijo nervioso mirando al pelinegro.
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El pelinegro sonrió al ver la reacción de su novio.
— Me sentiré mal de que no lo aceptes... — Comentó tomando el collar. — Lo he comprado especialmente para ti ya que se lo mucho que amas la nieve y bueno, no puede evitar imaginar este collar en ti...
— Enserio no debiste comprarlo, es que... Dios es tan lindo — Dijo aún asombrado.
