II. Realidad

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—La verdad solo tengo miedo de como reaccione Leo, no quiero que Lisa salga lastimada, y creo que mis sentimientos por Leo ya no son los mismos.

—Lo mejor es que hables con él, no es necesario que le digas lo de Lisa ya que ella no quiere que él lo sepa aún, pero puedes explicarle cómo te sientes.

Lo que dijo mi abu era verdad, asentí al igual que mi mamá, las tres sonreímos y seguimos tomando té, platicamos de más cosas, mientras en mi interior repasaba lo que quería decirle a Leo, terminamos de nuestra plática y me retiré a mi habitación, tenía que prepararme para la cena y también quería hablar con Leo lo más rápido posible.

Entre al cuarto y cerré la puerta tras de mí, dejé mi bolsa en el escritorio y con mi móvil en las manos me recosté en la cama, la habitación estaba a oscuras y la poca iluminación que había provenía de la ventana.

Mire mi móvil, la foto de Leo estaba de fondo, sonreí no puedo negar que lo ame por mucho tiempo, pero ahora ese amor ya no era el mismo, mi mente estaba un poco confundida, entre la aceptación al hecho de que Leo no era mi mate, y la emoción de conocer a mi verdadero mate.

Seleccioné el chat de Leo y comencé a escribir.

[Hola, buenas noches guapo, tengo algo que quiero hablar contigo, ¿puedes venir a mi casa?]

No paso ni medio segundo cuando recibí la respuesta entusiasta de Leo.

[Hola, hermosa claro voy saliendo].

Aventé el celular a la cama y me levanté suspiré mientras me miraba al espejo sonreí dándome ánimo, y salí de mi cuarto.

Mientras bajaba las escaleras sonó el timbre y me apresure a abrir, era el con esa sonrisa hermosa y esos ojos brillantes que solo me miraban a mí, de nuevo sentí esa punzada en mi pecho tome su mano y subimos a mi cuarto.

Prendí la luz y ambos nos sentamos sobre la cama, aún tomados de la mano, miré por un momento nuestras manos entrelazadas y pude sentir un pequeño temblor de él, levanté la mirada y pude ver su semblante triste.

—¿Algo cambio verdad? — le pregunté.

—Desde la fiesta de Lisa. — respondió

Sonreí para intentar calmarlo.

—Lo sabía yo también me he sentido así desde esa fiesta, mira Leo no es nada malo puedes platicarme.

—Después de que Lisa regreso del bosque tras su primera transformación, me sentí raro, y comencé a sentirme confundido.

Escuché todo lo que había sentido Leo en este tiempo, me dio tristeza saber que estaba sufriendo, pero en mi interior sentí alivió.

—Leo, creo que deberíamos terminar, es lo mejor para ambos, yo también empecé a sentirme diferente respecto a nosotros, y la verdad no quiero que esto se complique, ni para ti, ni para mí, menos para nuestros mates, tampoco negare que te quiero mucho, eres alguien importante para mí, si seguimos con esto saldremos muy lastimados, ahora es el momento, guardemos un hermoso recuerdo de nuestro tiempo juntos.

—Lo entiendo hermosa, una parte de mi lo sabe y me sentía mal por sentirme así, pensé en rechazar a Lisa, mi mente fue un caos estas semanas, no sabía cómo decirte lo que estaba pasando, algo me hacía querer acercarme a Lisa y otra parte quiere aferrarse a ti, gracias por hablar conmigo en verdad creo que es lo mejor, quiero decirte que en verdad te quiero mucho, y a pesar de no estar juntos, y no ser destinados, siempre estaré para ti, como amigo, espero que el elegido para ti llegue pronto.

Ambos nos tomábamos de la mano mientras no decíamos lo que sentíamos, una lágrima rodo por nuestras mejillas y aún que el temblaba sostuvo mi mano y beso el dorso, sentí como sus lágrimas cayeron en mi mano y las mías también cayeron con más frecuencia, nuestros corazones estaban rotos, pero teníamos la seguridad de que era lo mejor, y que este dolor sería borrado por el amor verdadero.

Luna CrecienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora