Un pedazo de mi mente

Con la cartera llena, y el corazón vacío

Son las 9 de la mañana.

Me paro, respiro, y observo a mi alrededor

Contemplo a multitud de gente ir hacia sus trabajos, facultades, compromisos...

Parece que tienen un destino predeterminado. Parece que saben dónde tienen que ir a parar.

Sin embargo, si estableciéramos una conversación con cada uno de ellos, sus respuestas apuntarían hacia el mismo destino.

Perdición.

Ves almas vacías, y mentes llenas de estrés, producido por obligaciones y un horario laboral extenuante.

Es como si de máquinas programadas se tratara, donde el interruptor de ser felices, estuviera fuera de servicio.

Y es que, lo cierto es que no hay sentimiento más frustrante para el ser humano, que sentir que su fin en la vida es contribuir al sistema capitalista. Ser un número más en una ecuación. Ecuación que al despejar ''X'', ni mucho menos da como resultado felicidad. Mucho menos te da libertad. Te otorga la momentánea satisfacción, de sentirte parte de esta sociedad.

Con tu cartera llena, y el corazón vacío.

Donde las sonrisas y la sinceridad, no van de la mano.