You're the time my heart says yes - Izzy Stradlin [OS]

2.-

El repentino frío golpea mí cuerpo y lo altera, generándome piel de gallina. Me muevo en un vano intento de encontrar nuevamente la cobija, pero es imposible con los ojos cerrados. Así que me despierto y lo primero que notó es que no estoy en mí cuarto de hotel.

Giró mí cabeza a la derecha y lo veo sentado. Su espalda ancha y pálida, lo notó más flaco que la última vez. Trato de sentarme para buscar mí ropa, pero una horrible punzada ataca mí zona genital. Me hace retorcer y cubrirme el estómago con mí mano.

—¿Ya te irás? —Izzy me preguntó con voz ronca, note que recién despertaba igual que yo.

—Eso intento —le dije cortante.

—Lo siento.

—No te preocupes.

—Pero no te vayas —volteó a verme con su rostro cansado —Quédate un poco más.

—Izzy... Ni siquiera debería estar aquí. Esto solo empeora las cosas.

—Lo sé, pero... —resopló fuerte y dejó de mirarme a la cara —solo quédate un poco, hablemos.

—¿Y de qué quieres hablar?

Él volvió a meterse en la cama, apoyándose en el respaldar.

—Ese día solo llegaste, dijiste tu mierda y nunca pude responderte, no me lo permitiste —él se descargó haciendo referencia al día en que cortamos toda relación.

Fuimos pareja unos meses, pero los sentimientos fueron intensos desde el día que nos conocimos. No éramos perfectos, pero nunca me había sentido así por nadie.

Soy Alison, hija del Señor Geffen. Crecí rodeada de música y rockeros, con todo lo que eso significa. A los chicos más codiciados los veía todos los días y, aun así, nunca me sentí mínimamente atraída por ninguno. Hasta que llegó él.

La banda más ruidosa de la escena, Guns N' Roses. Todos sus integrantes eran auténticas estrellas de rock, pero Izzy Stradlin era especial. Me cautivo desde el momento uno, me enamoré de él creyendo que todo sería un cuento de hadas y obviamente me estrelle con un muro gigante. El primer obstáculo fue su adicción, el segundo y más importante fue mi padre.

Estaba mal visto que la futura dueña de la compañía esté en una relación sentimental con su empleado y yo lo entendía. Así que cuando ya no soporté la presión de los directivos de Geffen Récords, me separé de Izzy.

No fue fácil ver cómo noche tras noche él seguía con su vida mientras yo rejuntaba los pedazos que quedaban de mí. Pero soy consciente de que no es su culpa, así que nunca hice ni dije nada. Solo me limité a mantener mí distancia de él, muy rara vez le dirigí la palabra y siempre fue por negocios.

Me moví para verlo de perfil. Tratando de taparme con las sábanas.

—Lo siento por eso... Lo que sea que quieras decirme, hazlo ahora —le contesté buscando su mirada.

Él volvió a sonreír cabizbajo, definitivamente ninguno de los dos está llevando bien la separación. Me duele tanto verlo tan desanimado.

—Entiendo tus motivos, pero me molesta que me ignores de esa forma. Odio amarte sabiendo que solo me hablas para saber si ya está listo el siguiente track.

Sus palabras se sentían como cuchillos dirigidos a mí corazón, estómago y garganta. Me hubiese gustado responderle, pero fue imposible.

—¿Podríamos, aunque sea, tratar de mantener la misma amistad de siempre? —prosiguió.

—Izzy... mírame —él enfocó sus ojos en mí —¿Me ves como una amiga?

Él reflexionó unos segundos y negó con la cabeza lentamente.