Sαɳσ ᙏαɳʝιɾσ

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Nos vemos el primer sábado de octubre. ¿bien?

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Lo conocí en la tienda de dorayakis.

Congeniamos muy bien.

Nos reuniamos de vez en cuando en la misma tienda.

Hablábamos, reíamos, bromeabamos, comíamos, nos sentabamos en la misma banca negra de siempre; bajo un gran árbol.

Lo veía reír mientras comía.

Escuchaba sus historias, las tristes y las felices.

Hay veces practicaba peinados con su cabello, otras veces lo hacía él.

Miraba sus bonitos ojos que cada vez se tornaban más raros.

Observaba como pateaba el tronco del grandísimo árbol que siempre nos cubría del sol.

En varias ocasiones yo compraba sus dorayakis, en otras los compraba él.

Tomábamos de una sola lata de refresco frío, sin importar el tiempo.

Cuando él terminaba primero su dorayaki, yo le daba del mio, él me lo agradecía dandome un corto abrazo.

Le gustaba ser elogiado, y a mi me gustaban las cosas que a él le gustaban, así que constantemente le hacía cumplidos sobre su persona.

Muchas veces jugamos a que teníamos superpoderes; "el chico patón" y "la chica sumemolleras", nuestros nombres artísticos, sólo conocidos por nosotros dos.

Una vez me dejó subir a su moto, me caí y él se rió, me había dolido, pero su risa disminuía aquel malestar.

Una vez lo invité a mi casa, estuvimos todo el rato en mi habitación, viendo películas de acción, comiendo y criticando las estúpidas acciones de los personajes.

Un día aburrido, traté de imitar sus famosas patadas mortales, sentí que las piernas se me despegaron y me tiré al suelo para darme masajes, luego llegó él y me ayudó dándome mimos en la cabeza mientras se reía.

Otro día nos reunimos para hacer un columpio en aquel árbol; yo me encargué de hacer los nudos en cada uno de los extremos de aquella madera vieja que encontramos tirada por ahí, Manjiro puso a prueba mi columpio, ambos nudos se desataron y él cayó al suelo de senton. Me obligó a sobarle el trasero porque me reí de él hasta llorar.

Sabía mucho de él, y él sabia mucho de mi.

Y sin previo aviso, me enamoré de él.

No sabía como contarle sobre mi sentir, hasta que un día, él dijo algo que me confundió.

One-shots  [Tokyo Revengers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora