¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
❝ CUANDO TE FUISTE, TODO SE FUE A LA MIERDA ❞
—polvo de estrellas
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
NORMALMENTE, Shinichiro venía por mi a la escuela, el había dejado de estudiar y dedicarse a su taller de motocicletas. Quería ayudarle pero, siempre se negaba, decía que mi estudió era lo más importante y que al menos uno de los dos debía de tener una buena edición.
Volví a mirar mi reloj, ya eran veintes minutos desde que me había mandado un mensaje de texto diciendo que ya venía por mi. Me estaba desesperando y el peso de los libros me estaban matando.
— _______, ¡Cariño aquí estoy! — la voz de Shinichiro me saco de mis pensamientos, me dirigí hasta el lugar donde se encontraba.
— Maldita sea, estaba... — mire atrás del asiento y se encontraba Mikey comiendo un dorayaki, ahora entendía todo, le di un corto beso en los labios a mi pareja.
— Hola _______.
— Hola Mikey, ¿Cómo está mi pequeño hermanito? — alborote su cabello mientras le pasaba mis libros a Shinichiro — te extrañe tanto mi pequeño — besé sus mejillas, adoraba a los hermanos de Shini.
— Yo también, _______, — Mikey siempre tan cariñoso conmigo, me abrazaba, parecía un koala — hoy Shini nos enseñó a Emma y a mi un motor.
— ¿En serio?, Cuéntame más — me puse el casco y me subí a la motocicleta.
Todo el camino, Manjiro se la pasaba hablando de cosas que habían pasado en la escuela, con sus amigos y cosas que Shinichiro le enseñaba. Cuando menos vi, ya estábamos en el dojo de la familia Sano, cargue en mis brazos al rubio, apesar de ya ser un poco mayor, siempre lo cargaba. Al entrar encontré a varios niños practicando, parecía que fue ayer cuando veía a mis cuñados correr y jugar.
