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Querido Shinichiro Sano:
H
ola mi amor, ¿Cómo estás?, ¿Cómo es allá?, ¿Me extrañas? Dude mucho en hacer ésto, la maestra Annie insistió demasiado en qué lo hiciera esto. Cada día quitó cinco respiraciones por minuto y un suspiro, cada suspiro va dedicado a ti, mi cielo.
Siempre fuimos tu y yo pero, ahora solo soy yo, solo yo.
Los amigos de Mikey fueron a prisión pero, la prisión no repara el daño que me hicieron, NOS HICIERON; Manjiro se ha sentido horrible al igual que yo, sus ojos ya no tienen aquel toque tan especial que tanto tenía. Emma. Mi niña está destrozada, no ha querido salir de su habitación por días. El abuelo, ha intentado estar en pie, sonriente y firme pero, se que en el fondo está destrozado al igual que yo. La familia Baji ha pedido demasiadas disculpas para todos.
Me siento una idiota con la cara pintada, se que te molestaba que me insultara pero, ahora no me siento cómoda conmigo. Me he estado maquillando mis ojeras, no he podido dormir desde hace días, te necesito, me necesitas, ya que siempre hemos sido tu y yo contra todos, lo intentamos pero, ahora solo ocupo un espacio más en la habitación. Me duele entrar a nuestro cuarto y que esté no llegue a oler a tu perfume, tu sudor y aceite de motor, solo huele a humedad; he tomado la decisión de salir de aquella sala tan fría y dejársela a Manjiro.
Las sábanas y tú ropa aún tienen tu aroma, solo espero con ansias la hora de salir de las clases o que mis padres se vayan para poder encerrarme en mi habitación y recordar todos los momentos que pasábamos juntos.
Nuestros sueños se fueron al caño pero, lo intentamos. Supongo que será en la próxima vida que podamos ser felices y este contigo, cuidándote y que duermas en mi pecho; que toques como si fuera la primera vez que lo hacías.
Te extraño, siempre tuya —_______
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