-¡No soy tu omega! Deja de pensar esas cosas, no eres más que un fastidio para mí, además ¡tú! No serías nada digno para un omega como yo.
En ese momento, Minho había sentido como la opresión en su pecho se había hecho cada vez más grande, escuchar...
—Me salvaste —esas fueron las palabras que habían salido de Seungmin, Minho no comprendía lo que había sucedido, estaba confundido, ¿qué significaba? Miro hacía el suelo, cenizas negras.
Había una gran diferencia entre las cenizas que dejaba la magia hecha por fuego, y era que las cenizas eran de un color grisaceo cuando eran hechas por una hechicera de magia blanca, pero cuando eran negras, eso significaba que había sido controlada por alguna clase de magia oscrura, se arrodillo en el suelo para tocar aquellas cenizas, miro hacía Sook, se veía asustada, no podía haber sido ella.
—Rapido, tenemos que hablar de esto con el emperador, Sook —la hechicera dio un asentimiento, Chan la escolto hacía el palacio en donde el emperador estaba junto a Changbin y Hyunjin.
Minho en cuanto vio que se habían ido por completo miro detrás de él, Seungmin aún se veía sorprendido, pero podía jurar que se veía tan confundido como él lo estaba, solo que por razones distintas.
—Tiene que regresar al palacio, principe.
—¿Por qué lo hiciste? —pregunto Seungmin casi en un hilo de voz.
—Es mi deber protegerlo, principe.
—No debiste —Seungmin apreto sus labios—, pensé que dejarías que me atacara esa cosa.
—Principe, jamás dejaría que algo o alguien le haga daño.
El omega se quedo sin palabras, miro a los ojos al alfa, sabía que esas palabras habían causado tanto en su interior que era posible el poder ignorarlo, se sentía en deuda con aquel alfa.
— Minho.
— ¿Pasa algo, principe?
— Lo lamento...
El alfa sintió como su respiración se había cortado en el instante que había escuchado las palabras de su omega, por un momento un toque de esperanza se sintió en su pecho, pero al recordar el rechazo, fue como se había desvanecido por completo, no podía ilusionarse, ¿qué tal si solo lo decía por el hecho de haberlo salvado? Aquella disculpa podía tener muchos significados para Minho.
—No hay nada que lamentar, príncipe.
—Claro que sí —Seungmin lo miro—, me comporte como..
—Príncipe, tenemos que apresurarnos, puede que haya otro ataque, lideamos con magia, es más peligroso de lo que parece, será mejor entrar.
Seungmin asintió, pero tenía tantas cosas que decirle a Minho, pero no podía hacerlo, y menos podía por el honorifico, ¿por qué no le dice por su nombre? Antes lo hacía.
De nuevo los recuerdos lo golpearon, pues él le había dicho que no mencionará su nombre.
Definitivamente estaba odiándose a él mismo por tantas de aquellas palabras que le había dicho a Minho.
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