𝕃𝕒 ℝ𝕠𝕤𝕒 ℕ𝕖𝕘𝕣𝕒 [ᴬⁱᵈᵃⁿ ᴳᵃˡˡᵃᵍʰᵉʳ] En Proceso

Extraña

Aidan Gallagher

Extraña, eso fue lo que pensé de ella, no entiendo su comportamiento, cuando la había sujetado de no caer la observe detalladamente para apreciar su rostro pues no lo había visto bien por su cabello suelto que lo ocultaba.

Cuando la vi, admire mucho su belleza, pero cuando quito mis manos bruscamente de su cintura y corrió solo pensé que chica más extraña.

-Señorita James -grito el profesor cuando ella ya había salido.

-¡Que rayos le pasa! -le dije a unos de mis compañeros que estaba ahí

-Nadie lo sabe, esa chica es rara, no deja que nadie se acerque a ella

- y ¿Por qué? -cuestione

-Ya te dije amigo nadie lo sabe, ni siquiera habla con ninguno de aquí y cuando son con los profesores solo toma su distancia de ellos.

- Es algo loco a mi parecer.

-No lo sé, sé que ella oculta algo, sus padres son muy cuidadosos con ella, ni siquiera sale de casa.

- Quizás solo necesita amigos que la comprendan

-quizás pero como te dije no deja que nadie se le acerque o la toquen, ya lo eh intentado enserio, pero ni una palabra sale de su boca

- que extraño...

- sí que lo es... Soy Zack, por cierto -extendió su mano para que la estrechara

- Aidan, un gusto -y estreche su mano

-igual

-Bien jóvenes tomen asiento y comencemos la clase -tome asiento y la clase comenzó y la chica aun no regresaba, su mochila estaba a lado de la silla en donde estaba sentada.

aun miraba la mochila pensando en si regresaría en cualquier momento, pero la hora de clase avanzó tan rápido que ella nunca volvió a estar presente y creo que no volvería, así que mejor tome la mochila para regresársela. 

______ James

No quería volver a la clase, realmente sentí miedo cuando el hizo contacto sobre mí, cuando fuiste acosada hace tiempo para después que abusen de ti es algo con lo que se te queda para siempre en tu subconsciente, ese trauma siempre te va atormentar sin importar que intentes olvidarlo.

No salí del baño me quedé toda una hora para poder tranquilizarme, cuando quería tomar mi teléfono para llamar a mamá me di cuenta que no lo tenía y era más probable que estaba en mi mochila, pero mi mochila quedo en el salón.

-Diablos -me dije a misma -vamos _____ no tengas miedo -fue lo único que me dije a misma para después salir del baño e ir hacia el salón.

Claro que ya no había nadie, si me quede toda la hora de clase en el baño como cobarde, lo más seguro que unos estaban rodando por algunas partes de la escuela ya que nos daban 10 minutos de descanso antes de la siguiente clase.

Me metí al salón y me fui a mi asiento, pero mi mochila ya no estaba.

-¡Ay no! Mi mochila

oí que cerraron la puerta me alarme y rápido di la vuelta para ver quien era...

Aidan Gallagher

Estuve buscando a la chica después de que termino la clase para devolverle su mochila, pero no la encontraba así que supuse que lo buscaría en el salón.

Regresé al salón y vi que ahí estaba ella

-¡Ay no! Mi mochila -oí que dijo así que cerré la puerta para poder platicar con ella cuando volteé a verla ella me estaba mirando, pero su rostro expresaba miedo

-Hola -sonreí, pero ella solo tenía su expresión de miedo -creo que esto es tuyo -dije dándole su mochila, pero ella ni siquiera se acercó a tomarla -la dejare aquí en el suelo -deje la mochila, pero ella no se movía de donde estaba.

-Oye segura que estas bien -no decía nada y para ser honestos mi paciencia se me estaba acabando -Oye niña acaso eres muda ¡¡¡¿o qué?!!! - grite lo último y al parecer estaba empeorando la situación ya que retrocedió poco

-Oye discúlpame no era mi intención gritarte -ella seguía retrocediendo sin hablar así que fui dando pasos lentos hacia ella - ¿Cuál es tu nombre?, a lo que se de ti solo es tu apellido, pero eso no me ayuda en mucho sabes.

Dios esto estaba siendo más difícil de lo que creí.

-Se puede saber por qué te pusiste así cuando hice tacto contigo -realmente me estaba rindiendo con ella -Bien está bien no quieres hablar, entiendo, pero deberías, no se cual sea tu problema, pero sea cual sea hay personas que queremos ayudar, no todas somos malas como piensas. -me había dado la vuelta para salir del salón, pero esa voz me detuvo.

-si te digo quien soy me dejaras en paz