Capítulo 9: Noches sin dormirnos

1 0 0
                                    


¿Hay algo más lindo que estar tirado en una cama escuchando música a todo volumen?
La música comunica, narra y nos transporta a otro lugar de la mente, sin ataduras ni límites, dejando las notas acompañar el ritmo que marca nuestra vida. Te metes tanto en cada nota musical y cada palabra de la canción que te terminas metiendo en una historia que llegan a lo más profundo de nuestros corazones.

Un día común y corriente me encontraba haciendo tarea, a lo que recibo un mensaje de Fran, cosa que nunca nos hablamos con mensaje. Este decía:

 Y así fue, unas horas después me encontraba en la casa de Fran con una guitarra y unos mates

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Y así fue, unas horas después me encontraba en la casa de Fran con una guitarra y unos mates. Empezó el mostrándome lo que había compuesto y era tan hermoso, pero no se me venía a la mente ninguna letra para agregarle.

- Y, ¿se te ocurre algo? – Dijo Fran
- La verdad que no – Mencione mientras veía la cara de Fran de frustración - Es que, ya intenté sacar algo, pero no me sale – Dijo mientras soltaba su guitarra en el pasto y se acostaba al lado.

En ese momento Fran tenia tantas cosas en la cabeza, se acercaba el estreno de la obra donde actuaba, la chica que le gustaba le había cortado... y ahí fue cuando se me ocurrió la gran idea.

- ¿Y si escribimos sobre nuestras ex relaciones? – Fran se volvió a sentar escuchando atentamente – Pensa en todos los momentos que vivimos, toda la confianza que les dimos, todas las conversaciones por las noches sin dormirnos.

Con tan solo esas palabras Fran agarro su guitarra, y fuimos verso por verso, parte por parte poniéndole letra a la canción. No podía creer con la fluidez que caía la letra, parecían estrellas fugaces volando por todo el cielo. Y con unas horas de estar tocando, logramos terminarla.

- La terminamos – Dijimos los dos dándonos un abrazo.
- Ahora toca cantarla de corrido – Dije mientras Fran me sonreía.

Otra vez esa sonrisa, no puede ser que una sonrisa me haga sentir tantas cosas. Nuestras voces encastraban perfecto con la melodía. Mientras cantábamos nos mirábamos fijamente a los ojos y lograba que sintiera mariposas en la panza. Terminamos de cantar y pregunte

-Y cómo se va a llamar? – Pregunte mirándolo fijamente a los ojos -Noches sin dormirnos – Dijo Fran devolviéndome la mirada.

El chico del trenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora