¿Cómo me enamore de ti?

Especial De Navidad 🎄

Este capítulo se lo pueden saltar, pues no será mencionado ni afectará la continuación de la historia.

Lo escribo como relleno y para que puedan leer algo en la cena si es que están aburrid@s. (Díganme que no soy la única que se pone a leer a vatos dándose como cajón que no cierra frente a toda la familia cuando está aburrida.)

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Bueno, Valt me invitó a pasar las fiestas en su casa y como no tengo más que hacer iré.

No quería dejar a Raúl solo, pero el me dijo que la pasaría con Cris y Sasha.

En fin, me aliste y espere a Shu.

–¿Ya casi? –insistí. Rayos, Shu se toma su tiempo. –

–Listo.

Ambos salimos del departamento. La verdad no teníamos nada de especial, ropa abrigadora y ya.

Ni nos hablamos, nuestra comunicación es de la chingada.

–¿Siempre celebras la navidad con los Aoi?

Mierda, inicio a hablar.

–Supongo, desde que conozco a Valt.

–¿Por qué no la pasas con tu familia?

Uy, palabras equivocadas.

–No tengo. –solté sin más. Cómo si no me afectará en absoluto, pero aún duele. –

–Yo... Lo siento, no sabía.

–Descuida, no sabías.

Ninguno volvió a hablar y continuamos hasta llegar a la resistencia Aoi.

Tocamos la puerta y Nika nos abrió.

–Pasen, mamá los espera.

La niña se hizo a un lado y pasamos, yendo directamente a la cocina.

–Que bueno que llegan, vayan a sentarse.

–Gracias, señora Aoi, ¿Quiere que le ayude en algo? –me ofrecí. –

–Bueno, ayudame a poner la mesa, por favor.

–Claro.

Hice lo pedido de inmediato. Sabía dónde estaban los platos, los cubiertos, los vasos. Todo.

Cuando termine Chiharu me mandó a la sala para esperara a que ella sirviera.

–Tu primo tarda demasiado arreglándose. –comente para hacer plática. –

–¿Y? ¿Algún problema con que me quiera ver bien, a diferencia de otros?

–Al menos no tengo que intentarlo, soy perfecto por naturaleza, no como tú qué te tienes que poner perfumes y sepa que madres más.

El hizo una mueca enojada.

–Al menos no parezco vago.

–¡Pero mira! Aún con apariencia de vago soy hermoso.

–Tks. No soy tan egocéntrico como tú, animal.

–¿Es mi culpa que tengas envidia de que dios me hiciera jodidamente hermoso y a ti solo te hiciera ver cómo un conejo humano? –sonreí de lado, le di en el blanco. –

–¡Tu, hijo de...! –mo termino, porque llegó la madre de los Aoi. –

–¿Qué ibas a decir, Shu?

–T-Tía, hola. –murmuro con nervios Shu. Ja, valió. –

Ok, no soy tan malo como para dejar que muera a manos de Chiharu Aoi, ¿O si?

–Dejalo, tía, fue mi culpa. Yo inicie.

Y que Shu de gracias a Dios que soy bondadoso, porque si otro fuera lo dejo morir a manos de la señora Aoi.

–Free, siempre con tus palabras directas, ¿Cierto?

–Si, lo siento. Shu, siento decir lo que te dije.

Tengo que quedar como el bueno.

La cena fue tranquila, Shu me ignoraba y yo lo ignoraba. Creo que fue una buena noche buena.

Mañana también estaremos aquí para navidad.

Es lindo estar en familia.

–¡Feliz navidad! –gritaron los Aoi cuando dieron las 12 de la noche. –