It was the best of times, the worst of crimes
I struck a match and blew your mind
Un año antes de la hora 0
Observó como la pareja tomaba asiento. Casi le pareció repugnante la sonrisa que mantuvo la pelirroja durante todo el camino hacia la mesa.
Era un domingo por la noche y Davinia estaba sentada en el restaurante más elegante que había en aquella ciudad. No le disgustaba la ciudad, pero habría preferido estar en París, disfrutando de una cata de vinos, en busca de su siguiente víctima. Frunció el ceño y escudriñó la carta de vinos. No había nada que quisiera pedir, solo estaba haciendo tiempo.
Davinia miró discretamente a Tatiana, la mujer que había planeado estafar unos meses atrás. Había pensado en meterse en su matrimonio y conseguir información relevante sobre alguno de sus refinados atracos. Sin embargo, el día que decidió intentar meterse en su cama, descubrió, para su desagrado, que estaba con el hijo de Andrés, su supuesto marido. De ahí la repugnancia que le generaba aquella pianista. Quizá era hipócrita por su parte, ya que ella era la primera que pensó en meterse en el matrimonio. Pero no pudo evitar pensar que su intención era diferente. Davinia pensaba puramente en el dinero, en cambio, Tatiana quería cargarse algo que estaba perfecto como estaba y destrozar una bonita familia.
El cielo estaba cubierto, augurando una buena tormenta, y empezó a soplar una fría brisa que heló a Davinia hasta los huesos. Maldijo haberse puesto un vestido corto y sin mangas. Pero se había vestido para impresionar, Andrés no escucharía a cualquiera.
Ella había hecho sus deberes, como siempre que buscaba una nueva víctima. Investigaba todo sobre ellos, los espiaba un par de semanas o incluso un mes y se lanzaba a por ellos. Los conquistaba, los desplumaba y después se iba sin dejar rastro. Nadie lo hacía mejor que ella. Ni siquiera la policía era consciente de sus delitos.
Pero Andrés era diferente. Lo había sentido en el mismo instante en que lo vio por la calle. Algo raro estaba pasando, y ella lo había descubierto.Su hijo había destrozado el matrimonio de su padre al acostarse con su esposa. Y eso era lo que no entendía Davinia, cómo podías engañar a tu marido con su propio hijo. Las veces que su padrastro había abusado de ella... no era algo que ella quisiera repetir, y mucho menos por gusto. Pero, quizá era cosa de familias normales y ella no había tenido una de esas.
Esperó pacientemente a que su discusión acabara. Duró aproximadamente un par de minutos. Tatiana se levantó y salió, bastante enfadada por lo que pudo comprobar Davinia desde lo lejos.
Observó a Andrés darle un sorbo a su copa de vino mientras ella se sentaba enfrente.
-Está ocupado, querida.-Soltó con una sonrisa.
-Que yo sepa, ella se acaba de ir.-Respondió con coquetería. No planeaba ligar con él, pero siempre ayudaba coquetear con alguien para darle confianza.- Y no al baño precisamente.- Añadió Davinia con una sonrisa mientras se reclinaba en la silla.
-¿Qué es lo que quiere, señorita...?-Cuestionó Andrés con una ceja levantada, curioso. Sorbió de la copa de vino y la miró expectante.
-Davinia Cainia.- Respondió tras debatir si dar a conocer su identidad sería buena idea o no.- Me gustaría hablar de Tatiana. Antes de que me interrumpas,- Continuó Davinia al observar como había abierto la boca el ladrón. Este sonrió con sorna antes de que ella continuara.- quiero hacerle saber que no tengo interés alguno en su relación. Pero necesita saber que ella le engaña con alguien bastante cercano a usted. Se van a reunir aquí en diez minutos.- Sacó un papel de su bolso y se lo entregó.- Si pilla un taxi ahora aún puede llegar. Lo siento, Andrés.
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Dark Desires (Berlín x oc)
Fanfiction¿Quién habría dicho que para encontrar el amor verdadero había que arriesgarlo todo en un atraco donde iban a fabricar dinero? Davinia desde luego que no. Davinia ha estado huyendo, robando y vendiendo información confidencial desde los catorce a...