Miyeon

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Era algo agotador por lo que no me sentía con las fuerzas suficientes como para salir de casa, la sensación era similar a  la que queda luego de ser atropellado,  supongo que quien me escuchara decir esto pensaría que he tenido un accidente  en el cual un auto pasaba sobre mi o me lanzaba  a centímetros de su punto  de parada forzada. A decir verdad he experimentado más de una forma de morir sin estar apuntó de morir en realidad, pero al final siempre es igual... aparece todo ese malestar corporal que me impide levantarme algunas horas, sentiendome consumida por la debilidad, justo como si hubiese sido atropellada, pero en realidad era el flato.

Estoy segura que no lo entenderían si tratara de explicarlo, pero esta bien, ya que ni siquiera yo acabo de entenderlo por completo. He pasado 21 años  siendo cuidadosa y teniendo precauciones, lo más fácil y práctico es permanecer siempre de brazos cruzados o con las piernas cruzas, eso bloquea cualquier intento de... posesión si podemos llamarle así, de hecho no es nada maligno pero podría serlo todo depende de el espíritu que desee entrar. Es difícil, lo sé. Evito lugares que puedan provocarme situaciones así en público como los cementerios y cosas así.

Mi vida ha sido relativamente normal, todo va bien siempre, aunque tengo problemas para conciliar el sueño  consigo dormir aveces. Cuando apenas estaba desarrollando todo esto  vivía con el miedo de entrar en trance o ser tomada  en cualquier momento pero poco a poco aprendí a evitarlo y realmente nunca he tenido un trance en el cual me tomen relamnete, pero el simple hecho de que lo intenten me ocasiona ciertas dificultades como he moncionado antes.

No hago de público conocimiento mi situación ya que muchos son escépticos  y podrían tomarme de loca, tampoco  he considerado dedicarme a ejercer como médium pues no me llama la atención, me veo haciendo otras cosas. No soy experta en el espiritismo pero estoy enterada de lo necesario.    Nací con un "don" pero en mi opinión es una maldición. No he permitido ser tomada por un espíritu y tampoco lo haré aunque en cierto momento podría pasar pero sin mi consentimiento.

Mientras avanzaba por las calles de la ciudad que me llevaban a mi destino,  sentía como mi cuerpo dolía   pero no era tan fuerte como hace algunas horas, estaba bien. Llegué a la biblioteca y al entrar salude a la señora Min, la bibliotecaria, una señora de más de 48 años que era fiel creyente del espiritismo, ella era la unica aparte de mis padres que conocía mi situación, ella fue quien me recomendó informarme más acerca del mundo del espiritismo para no estar en blanco y saber masomenos lo que me pasa.

- Buen día señora Min

- Buen día

Respondió ella con con una dulce sonrisa en su rostro

- ¿Cuántos llevas esta semana?

Preguntó riendo y buscando el libro que leía actualmente

- Uno solamente

Respondí con cierto alivio, ella me entregó el libro y respondió

- Eso es bueno, disfruta tu lectura querida.

- Eso haré

dije sonriendo y llendo a buscar una mesa, solamente una estaba vacía, no me gusta estar cerca de las personas cuando permaneceré en un lugar por mucho tiempo.  Así que la mesa vacía era la mejor opción, tomé asiento y retome mi lectura  hasta que note que tenía compañía  en la mesa, lo curioso es que no lo note por su presencia o por ver que alguien estaba ahí, simplemente un escalofrío recorrió mi cuerpo y mi vista se vio interrumpida por la aparición de puntos morados y verdes, algo estaba cortando mi respiración y  la náusea me estaba invadiendo, cruce mis piernas  y levante la vista, a juzgar por el aspecto de quien estaba frente a mi  y lo que leía, ya sabía la causa de mi malestar.

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