Perplejidad

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                                                                                                                                                           (Narrado por Soojin) 

Por primera vez luego de la muerte de Shuhua, ocurrió un suceso lo suficientemente relevante o impactante como para dejar de pesar en ello, aunque sea unos segundos.  Mas que por unos segundos, aquello que sucedió en la biblioteca me dejo confundida e incomoda, he de admitir que esa pequeña interacción con la chica con la que compartí mesa por un tiempo bastante escaso, se me hiso de muy mal gusto y fuera de lugar ¿ Que manera era esa de abordar a alguien? ...o bueno, debería decir ¿ Que manera era esa de iniciar una conversación? y lo mas importante ¿ porque asumió que había perdido a alguien cercano ?

Dándole vueltas al asunto, después de unas cuantas horas recordé la forma tan avergonzada en la que se excuso, yo estaba leyendo un libro de autoayuda sobre el duelo y  lo que este conlleva. Pero sobre todo, algo muy dentro de mi me mantenía alerta y preocupada, pues en aquel momento parecía que ella no se encontraba bien, quiero pensar que para este momento ella esta mejor.  De cualquier manera, planeaba pasar mañana por la mañana a la biblioteca para saber que ocurrió con ella, supongo que la bibliotecaria podrá darme razón de ella ya que parece que se conocen.   

Habían transcurrido mas de 5 horas y aquel momento seguía rebotando en mi mente, quiero pensar que me impacto de tal manera ya que es una de las primeras interacciones que tengo con una persona después de tanto tiempo, quiero pensar que es normal. La claridad que entraba por la ventana de mi habitación poco a poco fue dejándome, como de costumbre, en su lugar el cielo pintándose de suaves tonos de gris y azul, el mas oscuro azul  se  abría paso, mostrándose tímidamente en mi ventana, mientras mi cuerpo casi inconsciente, yacía sobre la cama, mis ojos parpadeaban en cámara lenta, mientras con la poca energía que conservaban aun mis dedos, apretaba con suavidad el cobertor de la cama y en mi mente aun se encontraba de forma muy borrosa aquel momento que tuve presente casi toda la tarde, entonces me sumí en un profundo y reconfortante sueño.

Una necesidad inconsciente de abrir los ojos me azotó, entonces lo hice, con dificultad fui abriendo los ojos poco  a poco, mientras la claridad que se filtraba atravez de la ventana, volvía aquella acción un poco mas complicada de lo que en realidad era. Cuando finalmente conseguí abrirlos por completo, me giré, para admirar el hermoso rostro de mi amada que se encontraba detrás de mi, aun descansando, sumida en un sueño profundo, como todas las mañanas solo quería admirar su belleza  única, seguro lucí etérea. Y entonces el nudo en la garganta apareció de nuevo y la soledad mas profunda y escalofriante me abrazo en cuanto termine de  girarme...había olvidado que ella había muerto...

Con la tarjeta del metro en la mano, sacudiéndola lentamente, esperaba paciente a que el metro llegara. Esta vez no me arriesgaría a ser atropellada, aunque las ganas de morir consumieran mi alma, era consciente de lo terrible que sería ser atropellada, pues para mi mala suerte seguro solo tendría fracturas graves o leves ...entonces sumaria dolor físico al dolor emocional con el que ya cargo. En mis ojos se reflejaban las vías del metro, por supuesto que estaba considerando lanzarme a ellas y acabar con todo, miré de reojo a las pocas personas que estaban conmigo en la estación, no era tan temprano así que no habían demasiadas, todos estaban tan sumidos en sus vidas y asuntos que seguro si llego a saltar, tendrían una reacción retardada y sería demasiado tarde para siquiera intentar detenerme, pues solo verían mi cuerpo sobre las  vías esperando a ser triturado por el titán que viaja a toda velocidad aproximándose, entonces sería muy tarde para saltar y sacarme de ahí para evitar que esto suceda pues quien se atreva a hacerlo quedaría aplastado junto a mi bajo el objeto de gran tamaño.

 Lastimosamente el metro ya estaba frente a mi, obstruyendo mis planes por completo. Vi las puertas delante mío abrirse y tras unos breves instantes en los que aguardaba a que algún pasajero dejara la unidad, la aborde, buscando con la mirada un asiento esperando a ser ocupado, no me apetecía hacer el viaje de pie, por suerte mis plegarias fueron escuchadas ya que tenía mas de un asiento disponible, por lo cual podía darme el lujo de escoger.                        

 Ya instalada en el asiento junto a la ventana del fondo, recosté mi cabeza en el cristal cerrando los ojos de forma simultanea. A pesar de haber dormido la  noche anterior, estaba agotada, ya había superado la etapa de llanto  e insomnio, pero ahora atravesaba una etapa que era mucho mas complicada y frustrante pues aunque lograba conciliar el sueño, al despertar estaba mucho mas cansada que en el momento en el que comencé a dormir, al igual que antes ...estaba cansada, pero al menos antes había una razón.  A pesar de la ola de cansancio que me azotaba, no me disponía a dormir, solo pensaba, pensaba en que mi plan de darme de baja en la vida sería llevado a cabo en otro momento o bien ....al volver a casa, imaginaba que por ahora, un fallo técnico y un descontrol de horario y programación ocasionaría una colisión entre dos vagones del metro que viajaban de forma paralela, siendo uno de estos el vagón que venia del este de la ciudad y el otro el vagón en el cual me encontraba, podía sentir como el choque se acercaba, las luces se apagaban de golpe y una fuerza enorme sacudía el vagón dejando nuestras mentes en blanco y llevándonos a....

-"Estación 238, servidos"

Esa voz robótica me trajo de vuelta a la realidad, abrí los ojos de golpe, dándome cuenta de que ahora el vagón estaba un poco mas lleno, pero no lo suficiente como para que los asientos a mi lado estuvieran ocupados,  el metro comenzó  a avanzar nuevamente, me mantuve alerta pues debía bajar en la próxima parada.

-"Estación 239, servidos" 

Me puse de pie y camine hacía la puerta, la cual estaba relativamente cerca de mi asiento, de hecho, estaba frente a un costado de este, y abandone el vagón.  Comencé a desplazarme por la estación buscando la salida, tras encontrarla, me dirigí a la calle, este cambio se sentía tan drástico y fuerte ya que dejé el ensordecedor sonido de los vagones atrás solo para que el envolvente sonido de la ciudad llegara a reemplazarlo.

Tenía que caminar aproximadamente 3 cuadras para llegar a mi destino, esas 3 cuadras se sentían como 20 millas. Estando ya de pie, frente a la puerta de la biblioteca, me cuestioné...¿ que estaba haciendo ? dispuesta a devolverme a la estación del metro retrocedí, pero la mirada de la bibliotecaria me impidió girarme, ahora me sentía comprometida a entrar y leer algo o fingir que lo hacía para no quedar como una completa subnormal. Suspire y empuje la puerta abriéndome paso   en la biblioteca, evitaba hacer contacto visual con la señora que estaba observándome detrás  del mostrador, comencé a caminar hacia una librera al azar pero su voz me detuvo. 

-¡Señorita!

Exclamo esperando una respuesta. Me giré para observarla y le dedique una sonrisa forzada intentando ser amable. Ella me miro por un instante y hablo 

-Pasillo 3, en la mesa del fondo. 

Tras soltar esa frase sonrió haciendo un gesto que me invitaba a buscar aquella dirección, le sonreí de vuelta en forma de agradecimiento y me gire para ir hacia donde me había enviado ¿ acaso sabía a que había venido? supongo que si, entonces me interrumpió de nuevo impidiéndome avanzar.

-Tu libro 

Dijo alzando un libro que se me hacía bastante familiar, lo supe porque me gire hacia ella para recibirlo, era el libro de autoayuda de nuevo. Esta vez pude llegar a la mesa que ella mencionó sin interrupciones. Al llegar a ella note que estaba vacía, mire a mi alrededor y no había nadie, de forma errónea, asumí que ella sabía mis intenciones.  Me senté en una de la sillas que estaban en aquella mesa y suspire observando el libro que llevaba en la mano, estaba vez estaba dispuesta a leerlo enserio. Con la mirada puesta en las letras de aquel escrito y la mente totalmente concentrada en los enunciados del mismo comencé a leerlo en busca de una salida útil.

 Podía identificarme con las pocas líneas que había leído, a comparación de la vez anterior, pues en esa ocasión me perdí en mis pensamientos y no estaba leyendo en lo absoluto. Hasta ahora me daba cuenta de que leer no era tan aburrido como yo creía, solo era cuestión de encontrar algo que en realidad fuera interesante o útil. Me sumergí tanto  en la lectura que ignoraba lo que  sucedía a mi alrededor, el sonido de una silla arrastrándose sobre el suelo me distrajo y baje el libro para buscar al causante de aquel sonido tan molesto, perpleja me di cuenta que mi suposición sobre el porque la bibliotecaria me había enviado a este sitio, era totalmente acertada...frente a mi y con un libro en sus manos estaba ella.

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⏰ Última actualización: May 28, 2022 ⏰

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