Estupido Alfa

Feliz Navidad

Una suave cortina de nieve cubría el ambiente, el frío bao salia de su boca acompañado de un suspiro cansado. En sus enclenques brazos llevaba bolsas llenas de regalos. Mañana seria navidad, y nada mejor que compras de último minuto. Amane camino por las calles cubiertas de blanco, su nariz de botón esta enrojecida por el frío, el gorro de lana no era suficiente para calentar sus orejas. Y sus brazos estaban entumecidos por el peso de las bolsas.

Quizás si debió aceptar la oferta de Teru para acompañarlo, pero Amane quería ser un buen omega y hacerlo el mismo, además. Había olvidado comprarle algo a Teru.

Termino en una tienda de katanas, quizás deba comprarle una funda nueva, la de él ya esta rota. Al entrar fue recibido por el tintineo de la campana y un hombre beta de avanzada edad.

— ¿En qué puedo ayudarle joven?.

Algo dudoso Amane abrió su boca, abrió y cerro como un pescado. Al fin se armo de valor y empezó a hablar.

— Busco una funda para una katana de exorcista — su voz salio queda.

— Por supuesto, tengo una colección, ¿podría saber que clan de exorcista en específico? — pregunto el hombre mientras buscaba entre una viejas fundas y katanas.

— Minamoto — murmuro distraído el omega.

El sonido de metales cayendo lo alarmó y exaltó.

— ¿Minamoto?, ¿cómo estas relacionado con esos exorcistas? — cuestionó nervioso el hombre mientras recogía las espadas.

— Mi alfa pertenece a ese clan.

El hombre asintió y le entrego una funda roja con decorado dorado, y  escrito en kanjis almas entrelazadas por el amor.

— En ese caso esta es la indicada, suelo trabajar con los exorcistas y esta es una de las mejores en mi colección — musitó orgulloso el hombre.

— Sera 5,000¥.

Amane solo pudo escuchar su cartera romperse.

— Si, tenga — dijo suave con una sonrisa nerviosa.

Recibió la funda en un estuche para katanas, lo tomo con ambos brazos, se tambaleo ligeramente pero consiguió milagrosamente equilibrase y salir de la tienda.

...

Dejo la caja envuelta en papel regalo debajo del árbol de navidad, soltó un suspiro al escuchar a Teru llegar. Amane llegó antes que el alfa mayor puesto que llegó con Kou y Yashiro.

— Ya llegue — grito cansado Teru desde la entrada.

Traía un abrigo negro y unos pantalones de mezclilla oscura, se encontraba sucio y cansado. Pero tan solo girar y mirar que su amado omega se encontraba en su casa, con un hermoso traje omega, de esos con pantalones ajustados resaltando su curvilínea y delgada silueta, una camisa blanca y un saco rojo vivo, una corbata negra y el collar de castidad que él le regalo por precaución de si mismo.

Dejo la katana en la mesa, se quito rápidamente el abrigo y abrazo a su frágil y hermoso omega.

— Feliz Navidad — chillo Amane avergonzado por el abrazo repentino.

— Feliz navidad, Amane.

— Bueno, deberíamos ir al comedor, tu padre y hermanos deben estar esperando — dijo tartamudeando el omega mientras trataba de calmarse.

Cosa de la que fue incapaz de hacer, más que nada porque el alfa podía leerlo como un libro abierto. A pesar de eso Teru asintió y subió a cambiarse, dejando a Amane con el rostro rojo por el posesivo beso del rubio.

La cena transcurrió tranquila, el patriarca de los Minamoto se retiro no mucho después de que lo saludara el omega de su primogénito.

— Y entonces el vendedor me regalo muchas verduras y Kou hizo comida muy rica — relato Tiara mientras comía.

— Eso suena genial Tiara-chan — alago el castaño.

— Oye Amane, ¿tu y mi hermano se aman mucho?.

La pregunta desconcertó al castaño, él cual después de procesar las palabras de la pequeña rubia su rostro de volvió de un rojo brillante.

— S-si — respondió tartamudo.

— Entonces tendrán muchos cachorros — aseguro la niña mientras lo abrazaba por encima de la mesa.

La pareja no pido evitar sonrojarse, de diferente niveles de sonrojo pero con la misma vergüenza compartida.

— B-bueno, tengo que irme en uno minutos, mi hermano vendrá a buscarme — lamento Amane mientras explicaba.

— Y como me tendré que ir les quiero entregar sus regalos — dijo alegre el castaño.

Amane se levanto de la mesa y saco debajo del árbol una bolsa que entrego a Tiara, de ella salio una linda muñeca de trapo con un vestido rosa y largos listones rubios que simulaban su cabello, ojos azules y círculos rosas en sus mejillas. Se parecía a Tiara.

La niña quedo muda, pero rápidamente abrazo ala muñeca y salto a los brazos de su cuñado agradeciendo con una sonrisa.

Tomo una caja y la entrego a Kou, el joven alfa curioso la abrió lentamente ante la mirada paciente del omega.

— Gracias Amane-kun — agradeció el rubio con una reverencia.

Era un libro sobre como conquistar a una beta, sabia que el rubio gustaba de su amiga beta, así que lo ayudo un poco.

Toma la algo pesada caja y se la entrego a Teru.

— E-espero que te guste, lo compre pensando en ti— explicó entre tartamudeos Amane.

El rubio río enternecido y rompió el papel regalo, dejando ver la caja con la funda para su espada, quedo maravillado por el detalle. Sabia que Amane podía ver espectro pero los evitaba o ignoraba diciéndole que seguro vio o escucho mal.

Ahora cada que tuviera que hacer ese asqueroso trabajo podría calmarse viendo la funda y pensando en su amado omega.

La puerta sonó y Amane se levanto del suelo, se sacudió el pantalón y beso la mejilla de Teru.

— Debe ser Tsukasa, bueno, me voy, los veo en la escuela.

Al escuchar el ruido con más fuerza e insistencia se irritó.

— sip, es Tsukasa.

El pequeño omega tomo su mochila y se despidió de la pequeña niña que exigía que ya viviera con su hermano en la casa Minamoto.

— Espera Amane — habló Teru con un paquete en sus manos.

— Esto es para ti.

El omega con el rostro ardiendo lo tomo agradeció. Y como acto final, se coloco de pinturas, poso sus manos en el pecho de Teru y con un pequeño salto beso los labios del alfa.

— Nos vemos — despidió el omega mientras veía a su hermano esperándolo en el taxi.

...

Amane quedo mirando el regalo en sus manos, lo abrió y encontró la sudadera favorita de Teru, perfumada con el olor del propio. Su rostro se sonrojo pero la abrazo con su cuerpo. Y desde ese día siempre duerme con la sudadera puesta.

Feliz navidad y próximo año nuevo.
Esperó les guste el capítulo.