Too Unlucky | Percy Jackson (1)

-Un mal sueño...

Akira caminaba por los pasillos de la academia Yancy apurada, estaba sola, o eso aparentaba, era de noche así que la mayoría de los estudiantes estaban durmiendo , si la encontraban a esas horas posiblemente la volverían a suspender.

Akira se había despertado con la sensación de ser observada además de haber tenido un extraño sueño. Había soñado con un viejo amigo que conoció en uno de los viajes de trabajo de su padre. Este estaba bajo un puente acurrucado entre unas cobijas, sus largos rizos rubios caían por su cara y sus facciones estaban relajadas. Hacia mucho no lo veía y no tenía como comunicarse con el. El sueño se sintió tan vivido que intento acercarse pero de un momento a otro el piso a sus pies se destruyó y esta cayó al vacío, mientras caía sentía miles de miradas en ella pero nada se acercaba, cuando iba a estampar en el suelo se levantó de golpe y cayendo sonoramente de su cama, se golpeó fuertemente la cabeza.

-Demonios- soltó Akira sobando su frente con su mano. Estaba empapada en sudor y por si fuera poco, la sensación de ser observada no se había ido, cuando alzó la vista a la ventana visualizó a una extraña mujer mirándola fijamente pero cuando sus ojos se encontraron está desapareció. Lo que más llamó la atención a Akira fue el hecho de que su piel era de un tono verdoso. Rápidamente salió de su habitación dispuesta a buscar a algún adulto, de seguro Nancy y sus amigas le querían jugar una mala broma, ya estaba cansada de esas chicas.

Mientras caminaba, más temor le entraba, estaba cerca de la oficina del señor brunner, se detuvo de golpe cuando sintió una corriente fría por su nuca y cuando volteó vio aquella mujer que estaba en su ventana hace unos minutos.

-Tienes sangre de los tres grandes en tus venas- dijo esa cosa de tono verdoso. La mente de Akira empezó a indagar en su aspecto y según lo que había leído en las clases del señor Bruner y su padre, era una dracanae, pero... como era posible que esa cosa estuviera ahí se supone que no existen, pero...

-Serás un buen manjar, te e observado y a ese amiguito tuyo, cuando acabe contigo iré por el- dijo esa cosa acercándose a Akira de golpe.

Esta cayó al suelo y la dracanae pasó casi rozando su rostro.

-Aléjate de mi!- grito Akira en un impulso y cuando la dracanae se dispuso a volver a atacarla fue detenida por una barrera verde transparente que rodeaba a la chica. La dracanae reconoció el símbolo que se posaba en el centro de la barrera y salió corriendo de ese lugar sin mirar atrás.

Akira por su parte estaba en el suelo apoyada en sus manos, mirando con los ojos bien abiertos como esa cosa se iba corriendo por el pasillo oscuro, aquel manto que la envolvía fue desapareciendo y sus párpados comenzaron a pesarle.

Pudo escuchar a duras penas un cántico como de flautas e intento enfocar mejor su vista, pudo ver unas pesuñas frente a ella antes de caer completamente rendida en el suelo.

-Quiron esto es muy malo, tenemos que llevarlos al campamento.-dijo grover que ahora estaba arrodillado frente a su amiga que yacía inconsciente en sus brazos, en su tono de voz se notaba la preocupación.

-No hay duda... tendré que hablar con su padre ya que si desaparece de pronto será un problema tener al FBI pisándonos los talones.

-Es una mestiza poderosa, de no ser por esa barrera que se activó cuando estuvo en peligro...-miro con pena a su amiga- ¿Que rayos fue esa barrera? Tenía el símbolo de Hécate señor, será ella...

-No saquemos especulaciones de su progenitor divino todavía, además... tengo una idea de quién puede ser su progenitor... por el momento llévala a la enfermería, manipularé la niebla para que todo parezca un mal sueño.

Grover cargo a su amiga en sus brazos y se encaminó a la enfermería.

-Espero que mis especulaciones sean erróneas, si es hija de quien creo...-dijo quiron, suspiro y acto seguido volvió a su oficina.