Chapter 2

106 14 19
                                    

Unos pocos días después, a media mañana, los tres más jóvenes de la casa se encontraban en una de las habitaciones superiores limpiando. Sin embargo aquel día era diferente en algo, al menos para uno de los tres.

-Ginny, no es que no me guste saber que estás contenta, pero ¿te importaría dejar ya de tararear esa maldita canción?- reprochó Ron, señalando amenazadoramente a su hermana pequeña con un trapo sucio que en algún momento de su existencia habría sido, quizás, blanco.

-Oh! Lo siento Ron, no me di cuenta - contestó la pelirroja sin apenas inmutarse, y continuó con la limpieza.

Ron miró a Hermione con los ojos muy abiertos, preguntándole en silencio qué diantres había pasado con esa hermana gruñona que solía tener hasta hacía unos días. Hermione sólo se encogió de hombros y siguió limpiando.

-Seguro que tiene que ver con todas esas cartas que recibe últimamente- dijo abiertamente Ron cuando se hubo quedado a solas con su amiga. - ¿Estás segura que no sabes nada al respecto, Mione? - el chico puso cara de incrédulo, a lo que ella respondió rápidamente.

-Ronald, no me mires así porque no sé nada.

-¿Así cómo? - replicó él inocentemente - Bueno... si tú no sabes nada, quizás tengas interés en ayudarme a descubrir¿no?

-No pienso registrar las cosas de Ginny.- contestó Hermione muy seria.

-¿Cómo sabias que yo...? -Ron se sorprendió ante la rapidez mental de su amiga.

-Te conozco desde hace más de cinco años... Siempre buscas el camino más fácil, aunque no sea nada ético.- repuso la castaña resignada.

-¡Yo no soy un vago, si es lo que quieres decir! - llegados a este punto, la conversación comenzó a girar de tal forma, que Ginny y su alegría 'poco habitual' dejaron paso a una de las interminables discusiones entre Ron y Hermione.

o

-¿Y por qué no puedo acompañarte? - las voces de Ginny y la señora Weasley desde la cocina llegaron hasta los oídos de Ron, que venía bajando las escaleras. Iba hacia el salón, pero una pregunta le hizo dirigirse a la cocina.

-¿Por qué tanto empeño, cariño? Sólo iré a comprar algunas cosas.

-Pero mamá...

-¿No será por ese chico que te escribe últimamente? - preguntó Molly graciosamente. - Si ya pronto lo vas a ver¿por qué arriesgarte a ir al callejón Diagón?

-¿Qué chico? - Ron ya estaba en la cocina, metiéndose en la conversación con cara de pocos amigos.

Ginny no tomó nada bien que su hermano se entrometiera y le dirigió una mirada llena de furia al tiempo que le respondía:

-Un chico que a ti no te importa Ronald - y la pequeña de los Weasley salió refunfuñando de la habitación, sin haber logrado su objetivo.

-¿Qué chico? - repitió Ron a su madre.

-No sé Ronald, cariño. Tu hermana sólo me contó a medias, pero no te preocupes, no será nadie importante.- la señora Weasley volvió a su tarea (preparar el almuerzo), por lo que quedó de espaldas a su hijo, que ya no podía ver la expresión de ella.

-¿Cómo que no será importante? -replicó Ron sorprendido - Mamá, creo que últimamente no estás muy atenta. Si no fuese nadie importante Ginny no habría cambiado tanto en tan poco. ¿Acaso no te diste cuenta lo triste y preocupada que parecía hace unos días? Fue llegar la primera carta de "ese chico sin importancia" según tú y ahora mírala, se pasa el día tarareando canciones y sonriendo continuamente. - Ron espero la réplica de su madre, pero como ésta permaneció en silencio, él continuó - Definitivamente sí es alguien importante. Quizás...No...Harry no me dijo nada - pensó en voz alta, más para sí mismo...pero su madre también alcanzó a oírlo.

Carta sin respuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora